Alrededor del mundo países de todos los rincones empiezan a sacudirse la cuarentena que el coronavirus nos obligó a guardar.
De un día a otro tuvimos que hacer un alto casi total y nos encerramos con la convicción de que esa era la forma correcta de defendernos del virus.
Lo que ocurrió durante estos meses no tiene precedente en la historia moderna de la humanidad y habrá quien se pregunte si reaccionamos de forma adecuada, pero a ciencia cierta eso quizás nunca se sabrá.
Lo que sí podemos saber es que después del coronavirus ya nada volverá a ser igual.
Repentinamente el mundo que conocíamos no existe más. Madrid, Nueva York, Londres, Ciudad de México, Monterrey no son ya las mismas ciudades.
No es sólo que ahora luzcan semivacias y que la gente vaya con la cara cubierta cuando sale a la calle… Todo cambio.
Todo cambia cuando te dicen que un beso o un abrazo a la persona que quieres te puede matar.
Todo cambia cuando reunirte con los que profesan tu misma religión para hablar con dios se convierte en un peligro.
Cuando algo que no puedes ver, ni oler, ni imaginar te roba tu libertad.
Todo cambia cuando los hospitales se convierten en campos de guerra y los soldados de tu ejército en guerra usan batas blancas y no uniforme militar.
Repentinamente el dinero ya no sirve de nada, el enemigo invisible no distingue sexo, color de piel, nacionalidad ni mucho menos clase social.
Todo cambia cuando el ser humano, tan acostumbrado a dominarlo todo, despierta un día sabiendo que no es más que otro ser vivo en este planeta…
Cuando de golpe volvemos a reconocer nuestra fragilidad.
Ahora que nos preparamos para seguir adelante y salir de este encierro te invito a que te des el tiempo de reflexionar…
¿Para qué sirvió todo esto? ¿Qué aprendí? ¿Cuál es el mensaje que la vida, Dios, la naturaleza o el universo nos quieren dar?
Date cuenta que allá afuera el mundo siguió su curso, pero al mismo tiempo nunca volverá a ser el mismo de antes…
Entiende que lo que hemos vivido es una oportunidad para crecer como individuos, como país, como especie, como sociedad.
Date la oportunidad de descubrir el mensaje y la enseñanza que nos deje el coronavirus… Reflexionalo antes de volver a esta nueva normalidad.