Gracias a la revolución participativa que hemos vivido en los últimos meses, temas como responsabilidad, ética y ciudadanía, han cobrado mayor fuerza en la comunicación del colectivo social. Las demandas entre gobierno y sociedad ya no son vistas de forma unilateral, en cambio, esta nueva conciencia ha permitido crear nuevas herramientas y plataformas a fin de generar acuerdos sostenibles en el largo plazo.
Sin embargo, no todo se reduce a Gobierno y Sociedad Civil. Hay más actores que son necesarios poner en juego cuando se habla de corresponsabilidad, como son el sector privado y la academia. Sobre todo en esta etapa tan importante en donde se están gestionando los espacios de concertación.
Comúnmente, cuando hablamos de “Responsabilidad Social”, nos referimos a las actividades del sector privado, y utilizamos el término específicamente para definir aquellas empresas que contribuyen con programas sustentables en sus tres dimensiones: económico, social y ambiental.
¿Es realmente el sector privado el único responsable del bienestar social de la comunidad donde opera?
Dejando de lado la responsabilidad implícita del gobierno, ¿es realmente el sector privado el único responsable del bienestar social de la comunidad donde opera? Pareciera que “Responsabilidad Social” se ha vuelto un concepto intrínseco del sector empresarial, misma razón que ha hecho del sector privado un blanco fácil para la crítica cuando los objetivos operacionales no se ven cumplidos.
Sin embargo, podemos encontrar puntos de convergencia. Algunos de los principios universales empresariales abarcan conceptos como corresponsabilidad, confianza, ética, transparencia, desarrollo social, honestidad y legalidad; principios que fácilmente aplican a las operaciones de los individuos, del gobierno, de la sociedad civil y academia.
No es posible concebir un desarrollo sostenible a largo plazo, si todos los actores de la sociedad no participan y llevan a cabo acciones que demuestren el compromiso social de cada uno de ellos por el bienestar común. El Gobierno por si solo no es el responsable de fortalecer el Estado de Derecho, así como la academia por si sola no es responsable de la formación ética y ciudadana de nuestra sociedad.
Del mismo modo, cada una de estas organizaciones está conformada por individuos, y está en nosotros hacer que todo lo anterior sea posible, es ahí donde empieza nuestra corresponsabilidad. Al fin de cuentas, es de la composición de individuos con ideales y objetivos enfocados hacia el bien común, de donde la sociedad civil nace y obtiene toda su fuerza.
Participemos activamente en espacios de diálogo y concertación, con el fin de generar acuerdos que hagan posible el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
Es por ello que mi invitación, es a que los diversos actores; es decir, empresa, academia, gobierno, organizaciones civiles e individuos; a ti y a mí desde nuestra trinchera, participemos activamente en espacios de diálogo y concertación, con el fin de generar acuerdos que hagan posible el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
Enhorabuena por estos espacios, ya que nos permiten entablar comunicación entre los diferentes sectores. Confiemos en que a partir de ello se generen acuerdos multisectoriales con el fin de promover y ampliar la participación.
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