Desde el pasado lunes el gobierno iraní comenzó a inyectar gas en las centrifugadoras de la planta de Fordow para enriquecer uranio a una pureza del 20%, violando el acuerdo nuclear de 2015 alcanzado entre Teherán y seis potencias mundiales (JCPOA, por sus siglas en inglés). Conforme al JCPOA, el programa nuclear iraní debe de estar limitado a un 3,67% de enriquecimiento de uranio. Si bien Teherán ya superó en 2019 ese límite de pureza máxima, este fue de un 4,5%. No obstante, es importante mencionar que el 20% de enriquecimiento sigue estando muy por debajo del 90% necesario para desarrollar una bomba nuclear.
Alí Rabií, en representación del gobierno iraní, ha explicado que dicho proceso comenzó “hace unas horas” tras la orden del presidente, Hasan Rohani, para cumplir la implementación de una ley aprobada por el Parlamento recientemente, según la agencia oficial IRNA.
Por su parte, la Unión Europea advirtió que dicha acción era un “desvío considerable” hacia los compromisos alcanzados en Teherán. Peter Stano, portavoz de la UE, dijo que las autoridades europeas esperan una posición formal del Organismo Internacional de Energía Atómica antes de definir eventuales medidas y/o sanciones.
También cabe recalcar que este nuevo incumplimiento del pacto podría dificultar gravemente los esfuerzos del presidente electo de EEUU, Joe Biden, para regresar al acuerdo nuclear, como esperan que haga tanto Irán como los otros cinco países signatarios.
Fuente: El País