Vacuna contra COVID-19 estaría lista para el 2021: OMS

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María Neira, directora de Medio ambiente, Cambio Climático y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que ve factible que la vacuna contra el COVID-19 llegue a principios de 2021 y pidió que se fabrique y distribuya con “equidad”.

“La fecha sería a principios del año próximo. Los optimistas dicen que antes de final de este año. Ojalá tenga razón”, señaló Neira en la conferencia virtual “COVID-19: la encrucijada de la OMS”, organizada por el Barcelona Tribuna.

“Es fundamental el desarrollo de la vacuna, pero también asegurase de que la fabricación y la distribución sea con equidad”, agregó.

Por otro lado, indicó que a la OMS le corresponderá “coordinar y arbitrar” la carrera por la vacuna. Neira apuntó que “no solo podrá beneficiar a los países que hayan pagado” y recordó que habrá subvenciones y la aportación de donantes para aquellos en peor situación para hacerse con vacunas.

“Y todo esto, generando también claros beneficios económicos para las farmacéuticas”.

Sobre un posible rebrote global, Neira espera que no se produzca, aunque instó a protegerse al máximo.

“Esperar lo peor para que luego sea lo mejor”.

Preguntada sobre si la OMS reaccionó tarde al declarar la pandemia, Neira señaló que, al oficializarse la epidemia en China, en el resto del mundo solo había 80 casos confirmados y ninguna muerte. Pro otro lado, argumentó que entonces no era una pandemia con potencial mundial y, en ese sentido, “no se llegó tarde”.

Al mismo tiempo, tras la alerta en China, el resto del mundo tuvo dos meses y medio para “prepararse y responder”, sobre todo teniendo en cuenta las medidas “excepcionales tomadas” por Beijing, que incluso algunos calificaron de “totalitarias”.

En su “personal”, destacó, el Gobierno chino “no escondió nada” y cree que, de haberlo hecho, “el sistema lo hubiera detectado”.

Laboratorio en China anuncia avances en vacuna contra el COVID-19

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El laboratorio Sinovac Biotech aseguró que está listo para producir 100 millones de dosis al año, aunque hasta el momento sus ensayos aún se encuentran en las fases 1 y 2.

Sinovac Biotech es uno de los cuatro en China autorizados para emprender ensayos clínicos para una posible vacuna contra el coronavirus,

El laboratorio que en 2009, adelantó a sus competidores y se convirtió en el primer en el mundo en sacar al mercado una vacuna contra la influenza  AH1N1, informó que obtuvo resultados prometedores en monos, antes de administrar su suero por primera vez a 144 voluntarios a mediados de abril en Jiangsu (este).

En sus instalaciones de Changping, en la gran periferia de la ciudad de Pekín, técnicos de laboratorio controlan la calidad de la vacuna experimental, a base de patógenos inertes, producida ya en miles de ejemplares. Incluso ya cuenta con un nombre: “Coronavac”.

Si bien el tratamiento está aún lejos de una homologación, el fabricante debe demostrar que es capaz de producir a gran escala y someter lotes al control de las autoridades. 

Sinovac no se pronunciará sobre la fecha en la que posiblemente se comercialice su inyección de medio mililitro. “Es la pregunta que todo el mundo se hace“, reconoció Liu Peicheng, director de la marca.

La empresa espera obtener a finales de junio los primeros resultados sobre la seguridad de su producto, dentro de ensayos de fase 1 y 2, explica a la AFP Meng Wining, director de relaciones internacionales.

Las pruebas consisten en verificar que la vacuna no es peligrosa para el ser humano. Para asegurar su eficacia, hay que realizar un ensayo de fase 3 en portadores del virus. Ese escenario requiere de la aplicación de dosis en miles de personas.  

Por ahora, Sinovac busca en el extranjero posibles voluntarios, debido a que actualmente en China el número de casos se ha reducido de manera significativa pese a ser la sede del brote inicial de la pandemia.

 

 

(Con información de AFP)

 

Prevén que vacuna contra el COVID-19 será accesibles “en todo el mundo” dentro de 18 meses

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Las multinacionales de la industria farmacéutica se comprometieron este jueves a disponer de una vacuna contra el COVID-19 “en todo el mundo”, en un plazo de 12 a 18 meses.

Decenas de ensayos clínicos están en marcha para poner a punto kits de detección menos caros y más precisos, así como un tratamiento o una vacuna capaces de combatir el coronavirus, que ya ha infectado a más de 230.000 personas y ha dejado casi 10.000 muertos en el mundo, según un conteo de la AFP.

“Haremos todo lo posible para que la vacuna sea accesible a todos los que la necesiten”, dijo Paul Stoffels, vicepresidente del comité ejecutivo de Johnson & Johnson.

“Es una promesa que la industria (farmacéutica) hace en conjunto”, dijo en el curso de una videoconferencia organizada por la Federación Internacional de Fabricantes Farmacéuticos (IFPMA).

Las formalidades administrativas pueden simplificarse y acelerarse en esta carrera contrarreloj, los recursos no faltan y las asociaciones del sector público y privado permiten diluir el riesgo financiero por las inversiones colosales que exigen la investigación y la producción.

Sin embargo, advierten que tanto productores como autoridades de control no pueden transigir sobre la seguridad de una potencial vacuna, y por tanto no se puede acelerar el calendario de los ensayos clínicos y el estudio de los resultados.

“Tenemos tres ejes de trabajo: asegurar la distribución (…), redirigir la tecnología existente (…) y crear nuevos tratamientos, nuevas vacunas, nuevos tests de detección que contribuirán a erradicar el COVID-19”, explicó David Ricks, consejero delegado de Eli Lilly and Company y presidente de Ifpma.

Por eso, los industriales estiman que “llevará de 12 a 18 meses tener una vacuna autorizada en el mercado”, dice David Loew, vicepresidente ejecutivo de Sanofi y responsable de Sanofi Pasteur.

Una vez que la fórmula esté validada por las agencias de regulación, habrá que producir una cantidad suficiente y garantizar el suministro a todo el planeta.

Con el fin de superar los obstáculos a la producción y el transporte, los directivos de los grandes laboratorios han pedido a los Estados que “clasifiquen la industria farmacéutica entre los sectores esenciales” de la actividad del país, y permitan a los trabajadores a desplazarse hasta las plantas.

“Ha habido algunos problemas localmente”, dijo David Ricks.

Nunca se ha concebido una vacuna eficaz contra algún miembro de la familia de los coronavirus para los humanos y esto hace que “la mayoría de los programas” de ensayos clínicos que se realizan contra el COVID-19 estén condenados al fracaso, advirtió Rajeev Venkayya, responsable del desarrollo de vacunas del grupo Takeda.

La ventaja en cambio de embarcarse en todo tipo de proyectos es que “algunos lo lograrán”, sostuvo.

(Fuente: AFP)