Uno de los primeros actos de racismo que casi todos hemos cometido sucede en la niñez, cuando al colorear a una persona utilizamos el “color carne”. Es sin duda un acto inconsciente que desde las infancias se normaliza y con el paso del tiempo se perpetúa.
En países latinoamericanos; particularmente en México, si eres blanco es más probable que te dediques a una actividad profesional y tengas niveles más altos de estudios que si eres moreno, ya que tu probabilidad de tener estudios profesionales es menor y los trabajos más comunes son manuales o de oficios.
Esto es la pigmentocracia y es un tipo de racismo que se ha perpetuado, mantenido y normalizado desde la época colonial -en la conquista- donde de acuerdo al sistema de castas se definía la valía de las personas con base en su tono de piel valiendo más quienes tenían un color más claro que aquellos de tonos más oscuros.
Hace unos días recibí un paquete de Amazon que tenía en la caja la publicidad de una de sus últimas series publicadas donde me percaté que un actor blanco, Juan Manuel Bernal, no se veía con su tono de piel natural. Al buscar la serie me percaté de que había una gran controversia respecto a esta nueva serie ambientada en el México revolucionario, ya que se utilizó una práctica conocida como brownface.
¿Y qué es el brownface o blackface?
Es una práctica recurrente en la industria del entretenimiento donde se ocupan actores blancos para representar a personajes morenos o negros y que se ha utilizado desde la época grecolatina donde para burlarse de personajes de raza negra se pintaban los rostros de los actores como un símbolo de gracia.
Tal vez la referencia histórica más emblemática a este tipo de racismo puede ser Otelo, aquella obra de Shakespeare que planteaba la historia de un rey de raza negra pero que siempre fue representado en las obras como un personaje blanco. Es muy probable inclusive que hasta este momento, usted amigo lector, no supiera que esta obra shakesperiana se refiriera a un rey negro.
Volviendo al tema de Amazon Prime y su serie…
Las explicaciones que dieron al respecto de este controversial tema fueron una más ridícula que la otra, llegando al grado de asegurar que las caras no estaban pintadas sino que habían sido tomadas un día que la grabación había levantado demasiado polvo y por eso se veían más oscuros los rostros de los protagonistas.
La pregunta que surge es ¿por qué habiendo tan buenos actores y actrices con piel color bronce no son volteados a ver por la industria? ¿Será acaso que la industria del entretenimiento es racista? ¿Será que en su Pantone de colores solo existe un color carne como cuando nosotros éramos niños?
Activismo encabezado por personajes como Tenoch Huerta y Maya Zapata, entre otros, tienen un movimiento llamado Poder Prieto que busca evidenciar este tipo de prácticas de la industria cinematográfica; que no busca solo mostrar el racismo en su industria sino en toda la sociedad.
No es solo un tema de racismo el que enfrentamos día a día en México y en el mundo, también vivimos en una sociedad clasista que discrimina de manera sistémica con base en prejuicios
morales, religiosos y estéticos y que mantienen estás y otras prácticas que no permiten el pleno desarrollo de todas y todos, las mismas oportunidades y la misma vida.