En los pasados días, todos nos enteramos del video que liberó el equipo de Adrián de la Garza donde se muestra a Clara Luz en una charla con Keith Raniere, líder y fundador de la secta/asociación/clan NXIVM.
En campaña, todo se vale. La idea es asociar a Clara con Raniere (exista un vínculo real o no) para pegarle. Por sí mismo, el ataque es bueno, pero aún más cuando Clara ha venido cambiando el argumento, desde un “No sé quien es” a “Ok, sí, tomé un curso”. Cada explicación que da sobre el controvertido Raniere se acerca al “No aclares que oscureces”.
La campaña de Clara Luz es un rejunte de mercenarios de distintos orígenes (nada nuevo en Morena), un equipo con más derrotas que victorias, como Abel Guerra, Felipe de Jesús, Pedro Pablo, Felipe Enríquez, Mariela Saldívar y Héctor Gutiérrez de la Garza, entre otros; un equipo sin identidad, sin vínculo dentro de Morena NL y la militancia, ni que decir respecto al Presidente y su Cuarta Transformación, un equipo armado por interés y por el hambre de poder.
La campaña ha arrancado a los tumbos y aún sin capacidad de respuesta. Desde la molestia que le causó la parodia suya en los sketchs de Marco Polo, los videos que han sacado sobre su incapacidad de decir un “buenas tardes” o “buenos días” y ahora este video. No se puede hablar de knockout aún porque es muy temprano, pero la campaña va en una espiral descendente.
El vínculo de Adrián de la Garza con Rodrigo Medina no ha sido explotado lo suficiente pero eso también presenta un riesgo. El propio Abel ha sido acusado por décadas de despojo de tierras en Apodaca y Escobedo, la misma acusación contra Medina en Mina. De paso que si Clara ventilara de más, se pone en riesgo ella misma y a alguno de sus nuevos amigos.
Desde la Ciudad de México intentarán ayudar y coachear a Clara, lo necesitan. ¿Pero habrá disposición? ¿Hay tiempo? ¿Sabrán hacerlo? Lo que se ve factible es apelar a fracciones internas, es decir, pegarle a la estructura de Adrián en el poniente de Monterrey y evitar que otros partidos le roben ese voto duro en Escobedo y Apodaca tan codiciado.
No hay que hacerse bolas, la gubernatura sigue (al día de hoy) en disputa entre dos personas, y si el Team Clara no se levanta en las próximas semanas, Adrián puede hacerse de la ventaja casi definitiva a final de mes y mandar a Clara camino a un ominoso tercer lugar.
Lo dicho, dicho está.