Después de las protestas que se realizaron en la Ciudad de México respecto al rechazo a la reforma electoral que plantea el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el presidente llamó a este acto como una “especie de striptease político público del conservadurismo en México“.
Señaló que los protestantes se encontraban abogando a favor de la corrupción, el racismo, el clasismo y la discriminación, representando a los beneficios que el organismo tenía antes de su periodo de Gobierno.
La marcha bajo el lema “El INE no se toca“, tuvo una asistencia de al menos 12,000 personas según autoridades capitalinas, por su parte el mandatario señaló “Me dio mucho gusto que a pesar de la campaña no participó mucha gente. Les falta más“
“Celebro que la mayoría de los mexicanos está a favor de la transformación, que quiere la igualdad, la fraternidad, que no odia, que no discrimina, que no son clasistas, racistas y no tienen como dios al dinero”, declaró.
Finalmente López Obrador convocó a los manifestantes a reunirse en el Zócalo Capitalino donde se pueden conglomerar alrededor de 160,000 personas, con el objetivo de que más personas se unan al movimiento y comprueben que cuenta con presencia.