El principal sospechoso de haber perpetuado un ataque dentro de un club nocturno LGBT+ ubicado en Colorado Springs, Estados Unidos, ha sido acusado con cinco cargos de asesinato y crimen de odio.
En el incidente en el que fallecieron cinco personas después de haber sido atacadas con un arma de fuego (particularmente un rifle largo) se recabaron alrededor de 25 heridos.
El alcalde de Colorado Springs, John Suthers, señaló que uno de los hombres que estaban presentes actuó de manera ágil desarmando y sometiendo al agresor que había irrumpido el Club Q cerca de la medianoche.
Dos clientes más también apoyaron al hombre inmovilizando al atacante y permitiendo que las personas que se encontraban en el lugar pudieran huir y resguardarse.