Las personas con discapacidad se han enfrentado históricamente a barreras que les hacen muy complicado alcanzar un desarrollo integral. De acuerdo con el Consejo para Prevenir la Discriminación de la Ciudad de México, el capacitismo es una forma de discriminación que excluye y limita el bienestar de las personas con discapacidad y que, por otro lado, otorga ventajas a aquellas personas sin discapacidad.
Diversos autores han señalado que el capacitismo se basa en el prejuicio de que las personas con discapacidad tienen menos valor que las personas sin discapacidad, entendiendo a la discapacidad desde un enfoque médico-asistencial. Habría que recordar que Naciones Unidas ha planteado cambiar esa visión de la discapacidad por un nuevo modelo social de la misma, en donde se entienda que las barreras que impiden el desarrollo de las personas no dependen de sus discapacidades, sino de la propia sociedad.
Lamentablemente, el capacitismo tiene un impacto muy negativo en el acceso y permanencia en el empleo de las personas que viven con alguna discapacidad. La OIT señala que aproximadamente el 60% de las personas con discapacidad tienen edad para trabajar, sin embargo, enfrentan un índice de desempleo de entre 80 y 100%. Incluso, la dificultad se acentúa hacia las mujeres con discapacidad ya que, de acuerdo al INEGI, es aún más difícil que ellas puedan acceder y permanecer en un empleo.
Para incluir efectivamente a las personas con discapacidad en los centros laborales es necesario tener un enfoque integral que, cuando menos, cubra dos frentes: uno que esté centrado en acciones concretas para eliminar las barreras o desventajas impuestas por la sociedad y otro que garantice su inclusión en los servicios y actividades de formación profesional, ascenso en el empleo, seguridad social y reducción de la precariedad económica.
Además, la OIT señala cuando menos cinco ventajas de contratar a personas con discapacidad:
- Acceso al talento
- Mayor innovación
- Mayor sentido de pertenencia y retención
- Mejor imagen
- Mejoras en los procesos de producción, lo que hace empresas mas eficientes y efectivas.
Se ha comprobado que, en la medida en la que las empresas y centros de trabajo vayan dejando de lado los estereotipos, estigmas y prejuicios que rodean a las personas con discapacidad, podrán encontrar a personas con habilidades, aptitudes y competencias extremadamente útiles en el mundo laboral.