En declaraciones de vecinos de distintas localidades del área metropolitana, informaron que a varios dispensadores de agua de sus colonias se les ha impuesto un incremento en sus precios para rellenar sus garrafones.
La tarifa ha presentado crecimientos de entre el 15% a 70%, por lo que algunos ciudadanos y activistas han solicitado ayuda a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para que no persistan este tipo de “abusos”.
Los dispensadores han mostrado leyendas explicando que el aumento del servicio se debe a una carestía de insumos.
También se ha invitado a inspectores municipales de Desarrollo Urbano a que se verifique que las máquinas cuenten con los permisos necesarios para operar.