El Senado de la República avaló con 89 votos a favor y 23 en contra, las reformas a los artículos 108 y 111 constitucionales que abren la puerta a que el Presidente de la República pueda ser juzgado incluso en el periodo de su mandato por diversos delitos como traición a la patria, corrupción y los delitos electorales.
No obstante, para proceder penalmente en contra del titular del Poder Ejecutivo federal, se le deberá acusar ante la Cámara Alta.
Mientras los legisladores del partido en el poder consideraron las modificaciones como algo muy “fregón”, la oposición advirtió que se trata de una simulación, pues no significa eliminar el fuero como tal, sino más bien ampliar el catálogo de delitos por los cuales puede ser juzgado el Primer Mandatario del país, siempre y cuando la Cámara Alta lo considere procedente.
“Esto es una simulación: dice el Presidente que se va a quitar el fuero, pero es falso y no se vale engañar a la gente. No es cierto que se le pueda procesar como a cualquier ciudadano”, dijo el senador panista Damián Zepeda.
“Lo que hace este dictamen es que se amplían los delitos por los cuales el Presidente puede ser juzgado, pero no le digan a la gente que se eliminó el fuero”, añadió.
Por su parte, el senador Martí Batres destacó “lo fregón” que resultaba la reforma.
“Eso es lo fregón de esta reforma: que el Presidente de la República pueda ser juzgado por cualquier delito, porque nunca en la historia de México se ha planteado constitucionalmente que el Presidente pueda ser juzgado”, afirmó.
Se necesitará que al menos 17 de los congresos estatales ratifiquen el texto para plasmar en la Constitución Política federal las modificaciones.