Seguramente conoces a un gandalla. Esos abusivos que quieren aprovecharse de la situación aunque no tengan necesidad.
Los hay de todo tipo y en todas partes.
El que pide apoyo del gobierno, pero es dueño de un colegio y no condona las colegiaturas.
El que pide no pagar la luz, pero jala en el gobierno y recibe su salario sin falta cada quincena.
El que pide dinero de la Federación para hacer hospitales en un mes, pero no le interesó mejorar su sistema de salud en 4 años.
El que pide un rescate para su gran empresa, pero no se baja del avión privado.
El que pide una despensa, pero tiene una pensión.
Hay otros peores…
Como los partidos políticos que se niegan a regresar la lana que reciben para comprar equipo médico y apoyar en esta crisis.
O aquellos que piden no pagar impuestos, pero siguen sin mandar a casa con el sueldo pagado a sus empleados.
Gandallas que dicen que su “línea editorial” es fruto de la libertad de expresión, y no del rencor de la falta de chayote
Gandallas que dicen que ayudar a los pobres es asistencialismo, pero ayudar a los ricos es rescate.
Sí se trata de beneficiarlos a ellos el gobierno si se debe endeudar.
Por supuesto que tiene que haber apoyos para la gente, pero estos tienen que ser de abajo hacia arriba.
Los que tenemos más debemos asumir nuestra responsabilidad y entender algo MUY importante
Ahora nos toca dar. Meter el hombro por México. Mostrar empatía y solidaridad.
Si ya recibes un apoyo no pidas otro. Deja que lo reciba alguien más que también tiene necesidad.
Si eres empresarios, chiquito, mediano, grande o gigante, solidarizate con tu empleados, haz lo posible por pagarles su salario y mandarlos a casa.
Si eres un partido político regresa el dinero de las prerrogativas.
Si formas parte de la oposición o del gobierno dona tu salario.
Hoy más que nunca este país necesita héroes que prediquen con el ejemplo, no gandallas que solo piensen en su beneficio personal.