Delcy Rodríguez, la beligerante ex canciller de Venezuela, fue elegida este viernes presidenta de la Asamblea Constituyente. Como ministra de Relaciones Exteriores, un cargo que ocupó hasta el 21 de junio pasado y que dejó para ser candidata, defendió con firmeza la iniciativa del Gobierno ante las numerosas críticas de la comunidad internacional
La ex canciller pertenece al grupo chavista más vinculado a los negocios. En público mantiene un discurso más radical, pero en privado su postura es más suave. De hecho, Rodríguez y su hermano están más abiertos a las negociaciones y así se ha mostrado, por ejemplo, en las conversaciones para excarcelar a Leopoldo López y concederle arresto domiciliario (una medida que fue revertida esta semana) en las que ambos participaron.
Las potencias latinoamericanas no pudieron con Venezuela en ese cónclave. La OEA sufrió un nuevo revés en su intento de condenar de manera unánime la actuación del régimen de Maduro. La declaración promovida por México y auspiciada por los principales Gobiernos de la región necesitaba 23 votos a favor para ser aprobada, pero solo contó con 20 aprobaciones, 5 votos en contra y 5 abstenciones. La entonces canciller, que asistió a la Asamblea en Cancún, pese a que había asegurado que nunca mas regresaría a la OEA, celebró el resultado.
El discurso de la flamante presidenta de la Constituyente fue similar al de su etapa de canciller: rechazó la “interferencia extranjera” y fustigó a Estados Unidos, que impuso sanciones a Maduro y otros 13 funcionarios, acusados de quebrantar la democracia, corrupción o violación de derechos humanos.