Dos activistas pertenecientes al organismo “Just Stop Oil“, arrojaron sopa de tomate como forma de protesta sobre una obra de Vincent van Gogh en la Galería Nacional de Londres.
Phoebe Plummer y Anna Holland de 21 y 20 años respectivamente, explicaron que el acto fue una manera de alzar la voz ante el cambio climático.
“Vale más que la comida (el cuadro)? ¿Más que justicia? ¿Te preocupa más la protección de un cuadro o la protección de nuestro planeta y de las personas?“, comenzó a cuestionar Holland.
El personal del museo comenzó a despejar el área y confirmaron que la pintura no sufrió daños ya que esta protegida con un marco de vidrio exterior.
Posteriormente, ambas jóvenes fueron detenidas en una comisaría del centro de Londres, bajo las acusaciones de daños criminales y allanamiento de morada con agravantes.