El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, señaló que el Gobierno federal dejó de brindar su apoyo en la cooperación que mantenían en materia de seguridad como mecanismo de represalia ante la postura que mostró sobre el conflicto del agua que se vive en la entidad.
“Les informo de un asunto que me parece bastante delicado, y que asoma ya, otra dimensión en la relación del Gobierno federal con el Gobierno del estado de Chihuahua, derivado de nuestra oposición por el tema del agua”, publicó Corral en su cuenta de Twitter.
Indicó que Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) le comunicó que en el Gabinete de Seguridad se acordó que los responsables de las fuerzas federales en el estado sesionen diariamente, por us lado, en la zona militar, atendiendo los temas de su ámbito de competencia.
“Una decisión que muestra un talante autoritario y vengativo contra el pueblo de Chihuahua, a quien finalmente se perjudica. Se incumple así el compromiso de hacer de la seguridad un campo de neutralidad política, y se usa como mecanismo de represalia”, agregó el mandatario chihuahuense.