El legado de igualdad y justicia social que construyeron los legendarios líderes de los movimientos obreros del siglo XX, se dilapidó en las manos de sus herederos. Ellos, un siglo después, víctimas del escándalo, son quiénes han claudicado en esa lucha contra el clasismo. Paradójicamente, han instaurado una nueva diferencia de clases: ahora los mexicanos normales viajamos en “clase” turista y los líderes sindicales en primera “clase”.
Luego de la visita del Papa a nuestro país, Carmen Aristegui publicó un artículo para Grupo Reforma en el que ella se preguntaba indignada qué es lo que pensaría Juárez acerca de nuestros políticos, que en un acto oficial tuvieron el “ofensivo” atrevimiento de pedirle su bendición al Sumo Pontífice. Así que ahora que en este país nuestros más importantes periodistas motivan la reflexión de cosas sin importancia, y siguiendo con esa misma lógica para evitar desentonar con la actual moda nacional, yo me pregunto: ¿qué pensaría Zapata acerca de la acusación que los pensionados de Ferronales formulan a Víctor Flores Morales, su líder sindical, por desaparecer 577 millones de pesos de cuotas descontadas a los trabajadores jubilados para la contratación de un seguro de vida?
Zapata y Flores: Una herencia social mal aprovechada
Macario Schettino opina que el México de la revolución se acabó este sexenio. Creo que este final, se venía gestando desde que el cinismo del grupo ganador de la Revolución, llegó a su máxima expresión con López Portillo. Después de él, se inició un proceso fatal e irremediable de pugna por la alternancia. Tal era el cinismo que en un documental realizado por Clio TV, el canal cultural de Enrique Krauze, acerca de ese sexenio de 1976-1982; se sostiene que en ese entonces, se decía que el Presidente cuando despertaba preguntaba a sus asesores: “¿Hoy que toca vieja o viaje?”. Grandes problemas quedaron irresueltos: los líderes de la revolución pasaron de ser promesa de cambio, a ser un cambio de promesas.
López Portillo: El presidente apostador*
El caso de Ferronales, no ha sido el único en el país, en el que una persona, teniendo una enorme posibilidad de influir positivamente en la vida de miles de obreros, desaprovecha su oportunidad.
El caso de Ferronales, no ha sido el único en el país, en el que una persona, teniendo una enorme posibilidad de influir positivamente en la vida de miles de obreros, desaprovecha su oportunidad. A su historia, habría que sumar al menos, la de la Quina, la Maestra, Romero-Deschamps y Napoleón Gómez Urrutia. Mi maestro de Derecho Laboral dijo el otro día en clase: “La realidad es que en México una parte de las cuotas de los trabajadores se las queda el Secretario General del Sindicato.”
Por ello, veo con gran gusto, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con madurez institucional propia de una democracia avanzada, haya rechazado estudiar la posibilidad de revertir la sentencia de amparo mediante la cual, un grupo de trabajadores jubilados de Ferronales, logró que se reconociera, en este caso en particular, su derecho a mantener para ellos su pensión completa, sin tener que soportar la reducción de las cuotas del sindicato.
Con mayor esperanza, leí esta semana la noticia de que se aceptó el registro del primer sindicato de empleadas domésticas. Es una realidad, que en las casas, se falla con la obligación patronal de proporcionar a los empleados seguridad social y apoyo para que terminen su educación básica.
Las agrupaciones para la defensa de los intereses comunes de los trabajadores, no son para formar caciques, ni plataformas políticas.
Krauze opina que si Porfirio Díaz hubiera dejado el poder al regiomontano Bernardo Reyes, a través de la reforma —y no de la Revolución– este hubiera incorporado al país los grandes cambios por los que clamaba la sociedad en ese entonces, de entre los cuales destacaba un sindicalismo libre. Las agrupaciones para la defensa de los intereses comunes de los trabajadores, no son para formar caciques, ni plataformas políticas. Esa antigua demanda de libertad debemos retomarla en el sentido más amplio posible.
De cara al futuro, la democracia mexicana debe fortalecerse a tal grado, que se permee en todas las organizaciones del país. El bigote de Víctor Flores engaña: la herencia de Zapata, es para el que se le parezca en espíritu.
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