Tras el corte del suministro de gas natural por parte de Rusia hacía Polonia y Bulgaria, Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, denegó que la medida fuera una vía de chantaje.
Declaró que más países pueden unirse a la lista en caso de que no se pague en rublos, explicando que fue una nueva condición de pago que fue anunciada con anterioridad.
El representante Ruso enfatizó que el país sigue siendo un proveedor de energía confiable, y que la modalidad de pago fue propuesta como una respuesta ante “actos hostiles” que ha enfrentado por parte de otras regiones.
El mes pasado, Vladimir Putin, había expuesto que sólo aceptaría pagos de la provisión en su moneda nacional.
Tras la medida implementada, algunos países han mostrado abiertamente su desacuerdo, insistiendo en ser una decisión que fue tomada con alevosía.