En el marco de la entrega del Nobel de la Paz en Oslo, activistas ucranianos, bielorrusos y rusos defendieron el trabajo de la sociedad civil por los derechos humanos, y criticaron los crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
Ales Bialiatski representado por su esposa Natallia Pinchuk, la directora del Centro para las Libertades Civiles ucraniano Oleksandra Matviychuk, y la representante de la organización rusa Memorial Jan Rachinski, expusieron la situación que sus países viven en el contexto de las acciones implementadas por Moscú.
“Todos nosotros sabemos lo importante y arriesgado que resulta cumplir la misión de los defensores de los derechos humanos”, declaró Pinchuk.
Los reconocidos fueron galardonados por promover “el derecho a criticar el poder” y por buscar la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
También se distinguió a su esfuerzo realizado por documentar crímenes de guerra y abusos de poder y de derechos humanos, señaló Berit Reiss-Andersen, la presidenta del Comité Nobel.