Un millón de personas se dieron cita en las calles de Londres para despedir a la Reina Isabel II en un funeral de Estado, al que además acudieron presidentes de varios países, reyes, príncipes y primeros ministros.
El ataúd de la Reina fue llevado en un carruaje de armas desde la Abadía de Westminster hasta el corazón de Londres, con el destino de Windsor en las afueras de la capital británica.
Después del funeral, se realizaron dos minutos de silencio seguidos del himno nacional y una pieza de gaita.
La reina Isabel II será sepultada junto al príncipe Felipe, su fallecido esposo, mismo que será un acto familiar privado.
(Con información de Los Ángeles Times).