El gasoducto Nord Stream 1 ha suspendido el suministro de gas en Alemania, esto por labores de mantenimiento, una práctica “normal” anual.
Aunque el hecho no debe de ser algo de que preocuparse, Berlín teme que ante la guerra de Rusia con Ucrania y la crisis energética que persiste, la suspensión del gas transmute de “provisional” a “indefinida”.
El Gobierno de Olaf Scholz plantea que esperarán que el suministro se restablezca en el periodo pautado, pero que en caso de que no sea así buscarán otras alternativas.
Alemania podría regresar de vuelta a la estrategia de “quema de carbón“, una vía muy contaminante y que se había planteado dejar de utilizarla pero que se puede convertir en la estrategia más viable ante cualquier posible futura emergencia.
Italia y Austria también han visto reducciones en su servicio de gas.