La Movilidad y el Respeto Cívico

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Lamentablemente la semana pasada fuimos testigos de hechos de tránsito en el cual lamentablemente perdieron la vida cuatro ciclistas.

Recientemente se aprobó en diciembre del año pasado la nueva Ley de Movilidad para el Estado de Nuevo León que contiene una visión más amplia respecto a la manera de trasladarnos de un lugar a otro dentro de la zona metropolitana y dentro del Estado.

Esta Ley contiene una jerarquización de movilidad empezando y como prioridad el peatón y las personas con movilidad limitada (personas de la tercera edad, niños, etc), posteriormente los usuarios o conductores de medios no motorizados y posteriormente los demás medios motorizados.

En el área metropolitana de Monterrey cada vez vemos menos agentes de tránsito, y cuando los vemos es para atender un accidente que ya sucedió o para operativos anti alcohol, pero no vemos a estos agentes como hace unos 20 años implementando el operativo radar, cuidando las zonas escolares, patrullando para detectar alguna irregularidad vial y temas preventivos.

Esto ha llevado a que la cultura tan mexicanizada de no respetar reglas y no respetar a los demás se salga de orden. Cada vez vemos más en los medios de comunicación y en las redes sociales incidentes de peleas entre conductores porque simple y sencillamente todos se sienten dueños exclusivos de la calle, más alla de las leyes y los reglamentos.

Los ordenamientos jurídicos fueron creados para regular la manera en que convivimos en sociedad, sin embargo, cuando no existe el valor del respeto, poco se puede hacer para respetar el ordenamiento jurídico que nos hace convivir bajo ciertos lineamientos.

México sigue siendo el cuarto lugar a nivel mundial en el Índice Global de Impunidad elaborado por la UDLAP, y esto deriva en que, al no existir castigos o al no implementarse los mismos, cada quien hace lo que le viene en gana e impera la ley del más fuerte, en este caso y en esta semana, lamentablemente la fuerza de un vehículo automotor contra el poco peso y volumen de una bicicleta y el cuerpo humano.

Es el mes de Julio de 2020, siete meses han pasado desde que se publicó la nueva Ley de Movilidad, y no solamente los ciudadanos no la respetan, sino que las autoridades municipales tampoco han armonizado sus reglamentos y tampoco han adaptado las vialidades con carriles confinados para los medios no motorizados como lo establece la nueva legislación.

La pandemia no es pretexto para no cumplir la ley y para que las autoridades no cumplan lo que deben cumplir, ejemplo de ello, es que siguen los trabajos en Calzada del Valle en los que se contempla todo, menos un modelo de calle completa.

Hay quienes, sin el menor síntoma de sensibilidad, acusan a los ciclistas de ocupar un carril, y es fácil emitir un juicio cuando no se trata de un familiar, sin embargo tampoco consideran que en las vialidades en que se suscitaron estas lamentables tragedias no existe un carril confinado a medios no motorizados, ni en esos municipios en donde ocurrieron los hechos existen reglamentos armonizados con la nueva legislación.

Más allá de deslindar culpas, que a nosotros no nos toca, sino a un juez de lo penal, lo que si nos corresponde es tomar responsabilidad sobre respetar a los demás y respetar las normas jurídicas para convivir como sociedad y prevenir lamentables pérdidas humanas.

¿Qué ciudad queremos?

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Transitable, peatonal, limpia, ordenada, justa, con banquetas de primer mundo, segura, con movilidad sustentable, con vialidades pavimentadas, con un desarrollo urbano reglamentado, con leyes que nos protejan, con espacios públicos dignos para la convivencia sana y familiar.




Con índices de contaminación bajos, con empresas socialmente responsables hacia sus empleados y la comunidad, con una policía cada vez más preventiva y menos reactiva, con una democracia palpable, con comunidades participativas, con cultura de la legalidad rigiendo nuestras actitudes diarias, con empleo, educación digna y de calidad.

Con seguro popular donde entren todos, con un sistema judicial que castigue a quien se brinque la ley, con políticas publicas efectivas, no de aquellas que malgastan el dinero (como sí sobrara), con indicadores que nos ayuden a medir el impacto de las decisiones de aquellos quienes hemos elegido como nuestros gobernantes.

Con una ciudadanía activa en el seguimiento a que todo lo que se nos fue prometido en campaña se cumpla, agréguele que también queremos políticos, empresarios, padres de familia, profesores, jóvenes, no tan jóvenes, vecinos, hijos, hermanos, sacerdotes, abogados, y sobre todo, ciudadanos honestos.

¿Tenemos la ciudad que queremos? ¿Trabajamos por la ciudad que buscamos? ¿O estamos esperando a que venga alguien y la construya por nosotros?

Estimado lector, la ciudad la construimos todos. Cada cual desde su trinchera pero unidos en el mismo objetivo, mejorar nuestra comunidad y a México. Mientras más rápido entendamos que nuestra herramienta más poderosa no es Twitter o Facebook, sino las iniciativas y herramientas de participación ciudadana, será que empezaremos a notar los cambios con mayor rapidez.

El político tradicional está pasando por una crisis existencial. No entiende y le cuesta adecuarse al nuevo paradigma que tiene enfrente donde la información es cada vez más rápida y la ciudadanía más crítica. Como tarea principal debería ser la modificación en los esquemas de comunicación e interacción con los electores, porque los cambios en la ciudad de hoy no se imponen, se consensuan con ellos, los ciudadanos.

Participar que no es nuestro derecho, sino una obligación.

Si no nos vemos, pues nos escribimos.




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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Bronco se derrumbo, dentro de mí, dentro de ti…

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Así como diría la canción que todo mundo conoce, así paso. Las promesas, compromisos o como gusten llamarles del gobernador Jaime Rodríguez Calderón se derrumbaron frente a los ciudadanos, a quienes dio su palabra de cumplir en el ramo de los impuestos en Nuevo León, y con el mismo argumento que además que es muy trillado, es una realidad en las arcas estatales, la falta de recursos, ya que al parecer nunca se imaginaron el desfalco y lo mal administrados que estábamos.

Vayamos directo a los impuestos que el Ejecutivo Estatal defiende y propone, uno de ellos es un aumento en el rubro de los servicios hoteleros de nuestra ciudad, no somos destino turístico, pero ya que somos considerados aun la capital de la economía nacional, siempre seremos un destino predilecto para las cadenas de hospedaje.

Un objetivo más son los casinos, ya que tendrán un aumento este 2017 del 10% en sus contribuciones al Estado, pero los propietarios ya están en negociaciones para no verse afectados en sus ingresos y no resentir este incremento que los toma por sorpresa antes de acabar el año.

Con esos dos ejemplos, el Bronco nos deja claro cuáles serán los sectores a ajustar sus contribuciones este año, por que cuando parecería que sería un asunto netamente de las grandes empresas o transnacionales, llega nuestro nemesis desde aquellas Olimpiadas, aquel impuesto que se creó allá por el sexenio de Adolf Hitler, perdón, de Gustavo Díaz Ordaz, y que Felipe Calderón Hinojosa decreto que dejaría de ser federal para que los estados lo aplicaran si era necesario y que por supuesto a nuestros ex gobernadores tricolores les entro por un oído y les salió por otro, ese impuesto que nos prometieron eliminar, que en otros lados se ha podido y en NL el Gobernador se echo pa’ atrás: la tenencia vehicular.

Desde inicios de su gestión, en el H. Congreso de NL se barajeo la propuesta de su eliminación en beneficio de la ciudadanía, algo que mermaba los ingresos del tambaleante nuevo Gobernador, después de una serie de negociaciones y reestructuraciones, se llego al acuerdo entre el legislativo y el ejecutivo, la eliminación paulatina de este impuesto, prácticamente, bajarle poco a poco para llegar antes de que culminara su administración a su desaparición total de NL.

 




Empezamos con cobrar 20% menos a los contribuyentes y en distintas etapas bajar más, hasta llegar a la meta como comente. Esto no dejo muy contentos a los seguidores y empáticos del nuevo Gobierno Independiente, pero lo aceptaron, algo es algo después de años de seguir igual, y como se tratara de una costumbre, nuevamente a Rodríguez Calderón se le volvió echar pa’ atrás la carreta (para que me entienda la raza).

Y ahora ese acuerdo lo mandó por la borda para mantener este 2017 la tenencia vehicular, junto las tarifas de refrendo y los adicionales exactamente como este año, faltando a la palabra, al compromiso y a la confianza de los neoleoneses.

“Asumiré el costo político” esa fue su respuesta a los cuestionamientos que se le hicieron a su retrograda decisión, y una razón ya muy quemada del mantener este impuesto, la misma de siempre “vamos a invertirlo en su totalidad en la rehabilitación de las vialidades”, prácticamente lo mismo que Medina y Natividad argumentaban.

Seamos sinceros, es muy inocente creer que se aplicara para sanear nuestras vialidades, cuando esta demostrado y no lo digo yo, ya que desde el 2011, el Instituto de Control Vehicular (ICV) de todo lo que recauda, el 70% se va en gasto corriente.

Es decir, más de la mitad de lo que pagamos de tenencia se va en pagarle a los funcionarios que nos hacen de un trámite tan sencillo todo un calvario, más de la mitad de esos recursos ni siquiera llegan a nuestras calles o obras, más de la mitad de ese dinero no sale de esas oficinas prácticamente.

Creo que el ICV es como un carro viejo, nos cuesta más mantenerlo que lo que nos reditúa, y si pensamos como en los negocios, definitivamente habrá que considerar seguir manteniéndolo. Porque así como el ICV muchas dependencias presentaran estas condiciones y es ahí donde se gesta la deuda para nuestro Estado.

 




Inocentemente en el Congreso del Estado, el diputado mas fuera de lugar que tenemos y payasito que quiere estar en todas las fiestas, Samuel García, ridículamente se pone a defender esta disposición cuando él fue uno de los impulsores de la derogación de la tenencia.

Jamás será buena opción seguirle cargando la mano a la ciudadanía con impuestos sacados de la manga y manteniendo los que evidentemente estamos cansados.

Señor Jaime, si en vez de faltar a su palabra, aumentar impuestos, mantener otros tantos, le propongo dos cosas en la mesa; ya que es un compromiso que usted hizo, el primero y fue uno de los que siempre se quejo en su campaña en el 2015: el gasto en nomina, porque solo basta ver los números para darnos cuenta que aumento en 25% la nomina estatal.

No hay que ser un genio para saber que eso significa más erogación de recursos en pagos a empleados, y eso que siempre dijo que deberíamos tener menos y mejores funcionarios y hay muchos que llevan aun la camisa tricolor debajo de la morada.

Otra propuesta para ahorrar más de 30 millones de pesos es desaparecer su propio periódico, sí, así como lo leen, como ya no le paga a los medios de comunicación y los medios la agarraron contra el (Que es en parte bueno, ya que eran prácticamente favores con fines electorales).

Y ahora como nadie lo entrevista y como comenta también desde el primer día “todo es culpa de los medios de comunicación” “los medios mienten”, el Gobierno del Estado de Nuevo León lanzó su propio periódico, al estilo del personaje Kiko, saco su propia pelotota para jugar sólo, pero esta pelotota independiente nos cuesta $30mdp para saber la mera verdad de las acciones de nuestro Gobernador y su Administración.

 




Algo fuera de proporción, ya que si estamos en números críticos, lo lógico es recortar el gasto corriente y de nominas, entrar en una situación de austeridad, para cumplir con las expectativas de los gobernados y ser una administración sustentable con los recursos que se asignen, pero aquí no es así.

Señor Gobernador, analice las acciones que está emprendiendo, porque además de derrumbarse la confianza de los ciudadanos, las aspiraciones también se derrumban y estas se derrumban como castillos de arena, muy fácil y es muy difícil levantarlos de nuevo.

En Nuevo León, la raza paga más, la raza no manda.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”