Cámara de Diputados aprueba leyes secundarias del T-MEC

Comparte este artículo:

El Pleno de la Cámara de Diputados concluyó la aprobación del paquete de leyes complementarias al Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sin modificaciones a las minutas enviadas por el Senado.

Debido a la epidemia de Covid-19, sólo se permitió la presencia de 51 legisladores en el Pleno, que fueron los que se posicionaron en tribuna por cada una de las leyes votadas.

Luego se realizó una votación por bloques de diputados para garantizar la sana distancia.

Durante una primera ronda se violó la sana distancia que pretendía la Mesa Directiva, cuando más de 120 legisladores se juntaron en el salón para votar, entre los que ya estaban presentes y los que iban llegando.

Todas las leyes y reformas aprobadas se turnaron al Ejecutivo Federal, que se espera las publique sin dilación para que estén listas con la entrada en vigor del T-MEC, el miércoles 1 de julio.

Las leyes buscan proteger derechos industriales y de autor, así como sancionar con mayor rigor la “piratería”.

Los legisladores avalaron la Ley de Protección a la Propiedad Industrial, con la que se elimina la restricción de 3 y 8 años para realizar investigaciones sobre un producto farmacéutico, lo que facilitará la producción de genéricos al vencimiento de una patente.

La misma ley señala que se investigará de oficio la “piratería” en la vía pública y en establecimientos mercantiles.

También se aprobó la Ley de Infraestructura de la Calidad, la cual establece el sistema general de unidades de medida y conceptos de metrología, así como requisitos para la fabricación, importación, reparación, venta, verificación y uso de instrumentos de medida.

En tanto, el dictamen de reformas al Código Penal Federal, donde se sanciona con mayor rigor la piratería y se agregan causales por romper candados digitales en obras disponibles en plataformas de internet, se avaló con 364 votos.

Finalmente, las reformas a la Ley Federal del Derecho de Autor, en la que se protegen obras artísticas y literarias difundidas en las nuevas tecnologías.

 

(Con información de El Norte)

La piratería en México

Comparte este artículo:

De acuerdo con Enrique Guillén, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) el contrabando y la piratería en México cuestan alrededor del 1.25% del PIB lo que en cifras equivaldría a 236 mil 800 millones de pesos. Por ello, la piratería representa el segundo delito que más preocupa a las autoridades, justo después del narcotráfico. Habría de decirse que el segundo delito que más debería preocupar a los mexicanos es la piratería.

Los sectores con mayor vulnerabilidad ante esta situación son el de vinos, cigarros, libros y acero. Algunos datos al respecto muestran el alcance de la piratería en esos terrenos, por ejemplo: en la industria tabacalera creció del dos al 17 por ciento entre 2011-2014, dicho en términos netos: 340 millones de cajetillas de cigarros que entran al territorio nacional no pagan impuestos, esto representa un grave riesgo a la salud y habría que atenderlo a la prontitud. Ahora hay que imaginar cuántas escuelas se dejaron de construir o en su caso de equipar debido a hábitos de consumo nocivos para la ciudadanía y para las instituciones.

Por otro lado, explica Salvador Quesada, Director de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), que en la industria del acero ha ingresado varilla china que sólo cuenta con el 15% de fortaleza que la nacional, esto quedó demostrado al efectuarse pruebas de calidad, sin embargo es más barata y se vende sin ningún tipo de problema aunque ponga en riesgo las construcciones donde se instala. Se ahorran unos pesos y se pone en riesgo el patrimonio de miles de familias que son sus hogares, y aún de terceros.




Por ello la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados dictaminó a favor la propuesta presentada por el suscrito y los también diputados Jorge Ramos del PAN y Enrique Jackson del PRI para decretar el 11 de Octubre de cada año “Día Nacional del Combate al Contrabando y Delitos en Materia de Derechos de Autor”. El problema de la llamada piratería implica un vector fundamental de las sociedades modernas que es la propiedad intelectual, esto es, el mundo de las patentes, los procesos, las técnicas y los materiales con que se genera riqueza.

Ahora bien, la tarea no es menor porque si bien pueden crearse herramientas legislativas para tratar de combatir este mal, también es cierto, como lo comentan los legisladores en el cuerpo dictamen que se turnará al Pleno de Diputados para su valoración y votación, la necesidad de fomentar una cultura de la legalidad con participación de ciudadanos, sector productivo y autoridades.

Esto es importante ya que de acuerdo con el estudio “Piratería: entendiendo el mercado sombra en México” realizado por la American Chamber of Commerce of México y el Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC) en general el 50% de los encuestados no ven a la piratería como un delito grave, incluso es algo que forma parte de su vida cotidiana, de ahí que tampoco se considere problemático consumir productos que tienen un origen ilegal.

Por último, tomando en consideración la “Cuarta encuesta de hábitos de consumo de productos pirata y falsificado” realizada por el mismo instituto se obtuvo como resultado que ocho de cada diez personas han comprado un producto pirata y que los productos que más se consumen son: películas, calzado, ropa, textiles y perfumes.




La cultura de la legalidad en el consumo es primordial por varias razones, primero, porque con la piratería se fractura la innovación y la investigación, segundo, porque se pone en riesgo el trabajo de cientos de miles de personas; tercero, porque se adquieren productos de mala calidad con riesgos reales para el consumidor;  y cuarto porque se crea una economía paralela que daña las finanzas públicas y así la disponibilidad de recursos para el desarrollo.

Por tanto, deben reforzarse las acciones orientadas a la cultura de la legalidad y hacer visibles los problemas que se crean al consumir productos de origen “pirata” particularmente por su vinculación con el crimen organizado. Que las ciudadanías financien con sus compras lo que más las lastima que es la delincuencia organizada resulta una paradoja, sin embargo, es real y evidente que se incentiva la evasión fiscal, el daño a la propiedad intelectual, el trabajo honesto de hombres y mujeres y la inversión económica. La economía de la piratería es de suma cero en términos de desarrollo público: todos pierden menos la delincuencia.
______________________________

– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”