Comisión de Movilidad se reúne con Únete Pueblo

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Con el fin de tener un acercamiento con las Organizaciones de la Sociedad Civil, la Comisión de Movilidad del Congreso local que preside la diputada del PRI, Lorena de la Garza Venecia sostuvo una reunión de trabajo con Únete Pueblo.

Durante la reunión de trabajo Únete Pueblo solicitó que se realicen los nombramientos ciudadanos ante el Consejo Estatal del Transporte, se emita la convocatoria de la integración de las Organizaciones Civiles y se nombren los especialistas dentro de la Junta de Gobierno.

Tras escuchar las peticiones que le realizó Rocío Montalvo de Únete Pueblo, de la Garza Venecia se comprometió a trabajar primero en los cambios en la ley para poder hacer realidad las propuestas. 

“Sostuvimos una reunión de trabajo con los integrantes del colectivo Únete Pueblo ellos nos buscaron para traer las inquietudes de los usuarios del transporte, básicamente las que ellas tienen son las mismas que nosotras compartimos, la calidad del servicio de transporte público, la calidad de las unidades, los incidentes que se han tenido en Ecovia, Metro, los casos de corrupción y rediseño de las rutas”, precisó. 

De la Garza Venecia manifestó que hace días sostuvo una reunión con el Secretario de Movilidad, Hernán Villarreal con quien comenzó a trabajar en los cambios la ley.

“Además tenemos programada una comparecencia con el Secretario de Movilidad la próxima semana y nuestra idea es llevar las inquietudes de este colectivo y de los ciudadanos que se han acercado con nosotros para darnos a conocer sus inquietudes del sistema de transporte”, agregó.

Por parte de la Comisión de Movilidad estuvieron presentes los Diputados Ricardo Canavati, Gabriela Govea, Gilberto Gómez, Roberto Farías y Brenda Sánchez.

De Únete Pueblo acudieron Rocío Montalvo, Rogelio Salas, Jorge Espinoza Julio Peña y Gerardo Reyes.

“Filantropía no es función de empresas”, dice AMLO

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El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió el limite impuesto a la deducibilidad de donativos entregados a organizaciones de la sociedad civil, al asegurar que la filantropía y la ayuda social no es la función de las empresas, sino del Estado.

“Sobre la devolución de impuestos, nosotros no estamos de acuerdo con eso. ¿Cómo se le va a devolver impuesto a una gran empresa bajo el supuesto de que ellos van a invertir en beneficio de la gente, en obras sociales, en filantropía, en fomento de la cultura? No, esa no es la función de las empresas. Eso lo inventaron y ¿saben para que lo inventaron? Para no pagar impuestos o para presumir o saludar con sombrero ajeno”, dijo López Obrador en #LaMañanera.

Por otro lado, dejó en claro que, desde su punto de vista, el deber de la iniciativa privada es invertir, producir, generar empleos y cumplir con el pago de contribuciones al fisco, pero no realizar labores que corresponden al Estado.

“¿Y cuál es la función del Gobierno? Pues atender al pueblo con esas contribuciones”, expresó.

El mandatario rechazó que se pretenda limitar la labor de las organizaciones de la sociedad civil y consideró que las empresas deberían “contribuir un poco más” con el pago de impuestos.

“Nos ayudan muchísimo las empresas con lo que están haciendo, invirtiendo, creando empleos, pagando sus contribuciones. Y para que haya fomento a la cultura y al arte, pues para eso está la Secretaría de Cultura, para eso están ahora las exposiciones que se pueden admirar, los museos, todo eso que esta financiado con el presupuesto público”.

A los 634 mil mexicanos que firmaron la #Ley3de3…

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En semanas pasadas, organizaciones de la sociedad civil entregaron con gran orgullo al Senador Roberto Gil más de 634 mil firmas ciudadanas a favor de la iniciativa cuyo objetivo es ser una arma más para terminar con el peor de los males de este país: la corrupción.

Apodada con cariño “la #Ley3de3” este proyecto es un esfuerzo que “busca transformar la indignación social por la corrupción en un esfuerzo constructivo (…)”. Sorprendente. Esto quiere decir que hay más de medio millón de mexicanos que tienen la esperanza – por más mínima que sea -de que podemos aspirar a un mejor país, a una mayor calidad de nuestros funcionarios, y que vieron en la iniciativa una plataforma de participación en la vida democrática del país.

… “la #Ley3de3” … es un esfuerzo que “busca transformar la indignación social por la corrupción en un esfuerzo constructivo (…)”. Sorprendente. Esto quiere decir que hay más de medio millón de mexicanos que tienen la esperanza – por más mínima que sea -de que podemos aspirar a un mejor país…

Por lo tanto, quiero suponer que hay más de medio millón de mexicanos que..,

A. Están al pendiente de las noticias en este tema y conocen el estatus de la iniciativa.

B. Tienen claramente identificados a sus Senadores, quienes son los siguientes en tomar una decisión al respecto.

C. Están dispuestos a tomar cartas en el asunto (de manera pacífica, crítica y organizada), en caso de que no se apruebe.

D. Reconocen el daño que la corrupción le genera a este país; pero creen que es posible hacer y tener un cambio.

Pero, en dado caso de que no estén los 634 mil firmantes haciendo alguno de estos puntos, lo pondré muy claro: Se hará un gran daño a la vida democrática de este país.

La ausencia de vigilancia, exigencia y participación activa y propositiva en algo que explícitamente se firmó como la voluntad de +600mil personas, es un pase libre para que se sigan cayendo los sistemas durante las elecciones (por que de todos modos a nadie le importa defender su voto)…

La ausencia de vigilancia, exigencia y participación activa y propositiva en algo que explícitamente se firmó como la voluntad de +600mil personas, es un pase libre para que se sigan cayendo los sistemas durante las elecciones (por que de todos modos a nadie le importa defender su voto); continúe la impunidad y enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos; prevalezcan los acuerdos entre crimen y gobierno; se sigan violentando los derechos humanos y a final de cuentas, se termine haciendo la voluntad de unos cuantos.

Por que sí, la corrupción es un grave problema en nuestro país, pero peor que un país corrupto, es un país corrupto con ciudadanos desinteresados.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Una Doble Victoria: Apuntes sobre Activismo Ciudadano Espiritual

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En tu condición de ciudadano(a):

1. ¿Adviertes la necesidad de mejorar la democracia en México?

Recorre esta última semana, y pregúntante qué tanto viste a cada persona con la que interactuaste como un “legítimo otro” con una historia y una voz que merecen ser escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta, desde el reconocimiento de su plena dignidad.

2. ¿Te consideras a favor del combate a la corrupción en nuestro país?

Revisa por un instante si en el último año obtuviste algún beneficio personal al “brincarte” algún proceso, ley o norma; algo que permitiera que te “salieras con la tuya” sin que realmente consideraras cómo afectaste a los demás con esa medida, sencillamente para “hacerte la vida más fácil”.

Revisa por un instante si en el último año obtuviste algún beneficio personal al “brincarte” algún proceso, ley o norma

3. ¿Crees que en México se necesita promover más activamente la paz para acabar con los índices tan elevados de violencia?

Nuevamente te invito a reflexionar si, para empezar, has reconocido la propia agresividad que hay dentro de ti ¿la notas? Quizás cuando estás en el auto o en el camión, en el trabajo o en la casa. Son esas semillas de ira, enojo y odio las que carcomen nuestra capacidad de estar en paz con quien realmente somos y con quien realmente queremos llegar ser como individuos y sociedad.

Entre lo obvio, evidente y casi automático que a muchos de nosotros nos pueden parecer las respuestas a las primeras preguntas y lo incómodo, sorpresivo y hasta vergonzoso que nos pueden parecen sus respectivas indagaciones reflexivas, yace una doble victoria que podemos conquistar en nuestra condición de ciudadanos.

Entre lo obvio, evidente y casi automático que a muchos de nosotros nos pueden parecer las respuestas a las primeras preguntas y lo incómodo, sorpresivo y hasta vergonzoso que nos pueden parecen sus respectivas indagaciones reflexivas

La primera victoria es personal, se da en el terreno de nuestra integridad interior y consiste en reconocer que muchas de las banderas tan comunes que se enarbolan en nuestras narrativas políticas (piensen en democracia, paz, justicia, transparencia o equidad) tienen una dimensión interior, nada sencilla de cultivar, que demanda un franco proceso de desarrollo humano en nuestra condición de ciudadanos(as). Antes de criticar el estado de la democracia en nuestro país, vuelca la mirada hacia tu interior y honestamente pregúntate qué tan demócrata eres en casa, qué “reformas” necesitarías aprobar en el “congreso” de tu propio ser para gobernarte incorporando las virtudes de un régimen cuyo credo constitutivo es una igualdad fundamental entre ciudadanos; of the people, by the people, for the people.

La segunda victoria es colectiva, se da en el ámbito de nuestro tejido social y consiste en reconocer que en muchos de nuestros tropiezos cívicos se esconden profundos dolores humanos; en los escándalos de enriquecimiento ílicito, los abusos de poder que quedan impunes, el exacerbamiento de las desigualdes sociales, las desapariciones forzadas o las brutales ejecuciones arden también las dolorosas flamas de la deshonestidad, la injusticia, el resentimiento y la discriminación, lastres todos ellos de un agudo sufrimiento colectivo. Y si bien es cierto que el alivio de estos “dolores sociales” involucra muchas medidas, de distinto orden y naturaleza, como son las jurídicas, económicas y políticas (buenas leyes, buenos incentivos y buenas políticas), también es cierto que existe un dominio espiritual que es fundamental para la salud pública de nuestra polis. Si como ciudadanos podemos hacernos cargo de nuestro propio sufrimiento, nos predisponemos a exigir, tomar y apoyar acciones correctas, esas grandes y masivas que nutren los grandes movimientos sociales que pueden transformar a un país.

Si como ciudadanos podemos hacernos cargo de nuestro propio sufrimiento, nos predisponemos a exigir, tomar y apoyar acciones correctas, esas grandes y masivas que nutren los grandes movimientos sociales que pueden transformar a un país.

Al adoptar una mirada ciudadana que ancla su activismo en mirar primero hacia nuestro propio corazón, podríamos movernos de la incredulidad, la desconfianza, el enojo y la resignación que suelen suscitar los discursos políticos. Podríamos transitar hacia el sólido empoderamiento, la gentil irreverencia y el pleno sentido de auto-realización que supone convertir en pequeñas acciones diarias los grandes ideales políticos.

El activismo ciudadano, sin importar su origen ideológico, suele estar guiado por una sed de cambio, transformación y (re)evolución. Del que hablamos aquí nos atrevimos a bautizarlo con el apellido “espiritual” por una sencila y poderosa premisa: en la salud del alma (este concepto se puede entender de varias formas —pero ése es motivo de otra conversación—; valga aquí su equivalencia para fines prácticos con la noción de mente, corazón o ser) de cada ciudadano está un pilar fundamental de la sana convivencia social.

El activismo ciudadano, sin importar su origen ideológico, suele estar guiado por una sed de cambio, transformación y (re)evolución.

La virtud del ciudadano es toral para el florecimiento de la República. La idea está lejos de ser nueva; vean, por ejemplo y por favor, una versión contemporánea en el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=P_uYxw9r_h4 que hizo una maravillosa candidata para las primarias al Congreso por California en Estados Unidos, sobre lo que implica lo que ella llama una “Revolución de Conciencia, una Revolución de Amor”. Muchos —no me cabe la menor duda— ya están viviendo los principios del Activismo Ciudadano Espiritual en el mundo. Sigamos entonces creciendo el movimiento en nuestras comunidades, expandiendo voz, multiplicando victorias dobles y apoyándonos a hacerlo por un México en paz, reconciliado consigo mismo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”