Dimes y Diretes: “Sí al #Jitomatazo”

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Durante las recientes semanas ha sonado mucho en redes sociales la propuesta de tirarle jitomates a los diputados federales de México que hayan recibido el bono navideño y no lo devuelvan.

El ex City Manager de la Delegación Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, es el impulsador del #Jitomatazo, y aunque ha sido duramente criticado, yo coincido con el mismo.

César Camacho, diputado federal plurinominal y miembro del afamado Grupo Atlacomulco (mismo al que pertenece nuestro querido Presidente), fue la primera víctima del #Jitomatazo.

El ex gobernador del Estado de México ya hizo una denuncia penal contra Arne y todos los que resulten responsables de aventarle jitomates y arruinarle su traje (muy probablemente de marca). Aquí es donde yo me pregunto, ¿y nosotros cómo los denunciamos a ellos por ratas?

La realidad es esta: cada diputado federal nos cuesta alrededor de un millón de pesos mensualmente. También no tiene progenitora que a pesar de la crisis económica por la que pasa el país, los diputados se hayan otorgado millones de pesos en bonos navideños (cada diputado recibió alrededor de entre 500 mil a 700 mil pesos). ¿Ahora salen que por unos jitomatazos van a lloriquear?

Los diputados del PRI y su Presidente Nacional, Enrique Ochoa, piden que no haya violencia, pero ¿cuántas veces el PRI ha incitado a la violencia? Es más, ¿cuántas matanzas han sido hechas por gente afiliada al PRI?




Ahí, le va un recuento: Tlatelolco (1968), La Masacre del Jueves de Corpus (1971), las ejecuciones extrajudiciales en Tanhuato (2015), los periodistas asesinados durante los sexenios de varios gobernadores, sobresaliendo Javier Duarte.

Ya que estamos con Javier “Ñoño” Duarte, los 9 niños que murieron de cáncer fue porque el tratamiento era patito, pura agua. Después de todo esto, ¿neta los priistas se quejan por unos jitomates? Denle gracias a Dios que no les avientan piedras y que realmente el hartazgo social no se ha desbordado por completo.

Para mí ni los jitomatazos, ni el pañalazo que se avecina son actos de violencia. Son acciones que demuestran el hartazgo social que comienza a crecer en México, en esta clase política, que en su mayoría se ha encargado de desfalcar al país.

Por lo tanto, yo digo, que adelante con los jitomatazos, hasta que los diputados federales devuelvan el bono navideño y cumplan con su trabajo. Y yo no lo dejaría en los diputados federales, también a cualquier político corrupto en México.




¡Ahí Se Leen!

P.D. Aventar jitomates no es un delito penal, es una falta administrativa por vejaciones, por lo tanto no amerita cárcel.