Penales en México: Una olla Express

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La tragedia en el Penal del Topo Chico, donde murieron 49 personas, no es la primera ni la última en México. De hecho, según cifras, desde 1988 a la fecha más de 300 personas han perdido la vida en centros penitenciarios de nuestro país. Lo que paso en el Topo Chico pudo haber sido evitado si las autoridades federales y estatales (sin importar gobernante en turno) hubieran actuado, pues los focos rojos siempre han estado ahí. Le daré una breve semblanza del problema penitenciario que tenemos en Nuevo León (que está en boca de todos por los hechos de ayer) y en México.

En el 2013, un año después de la tragedia en el Penal de Apodaca donde 44 personas murieron, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) hizo un estudio en el cual reveló la falta de custodios en los diferentes penales estatales, cifras que, por cierto, son alarmantes y aquí muestro:

  • Penal del Topo Chico: 75 custodios, pero número satisfactorio es 1,015.
  • Penal de Apodaca: 31 custodios, el número ideal es de 349.
  • Penal de Cadereyta: 96 custodios, el número ideal es de 402.

En el mismo informe del 2013, la CEDH alerta sobre la presencia de 300 internos armados y 60 personas secuestradas en los penales neoleoneses.

La cifra más alarmante es la del Topo Chico, pues este penal tiene una capacidad para 3,635 internos y en el momento de la visita tenía 4,585 internos.

En el 2014, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) elaboró otro reporte a nivel nacional. En Nuevo León, la CNDH encontró sobre población en dos de los tres penales estatales, pues el Penal de Apodaca —que tiene capacidad para 2,088 internos— contaba en el momento de la visitas con 2,039 internos. La cifra más alarmante es la del Topo Chico, pues este penal tiene una capacidad para 3,635 internos y en el momento de la visita tenía 4,585 internos.

Algunos otros hallazgos de la CNDH fueron los siguientes:

  • Inexistentes acciones para atender incidentes violentos.
  • Insuficiente personal de seguridad y custodia.
  • 0 capacitación de personal técnico.
  • Problemas de hacinamiento.
  • Aunque la Constitución lo prohíbe, personas sentenciadas y procesadas están recluidas en las mismas celdas.
  • En los penales de Apodaca y Topo Chico había presencia de cobros por parte de custodios. Mientras que los tres penales tenían presencia de cobros por parte de los internos.

En los penales de Apodaca y Topo chico existen áreas de privilegios, es decir, como áreas VIP para los internos. Una clara muestra de la corrupción que existe dentro de los penales de nuestro estado.

La otra situación que es alarmante, y que ya venían mencionada en el reporte de la CEDH, es la existencia de objetos y sustancias prohibidas, así como internos que ejercían violencia o control sobre el resto de la población. Sin contar que en los penales de Apodaca y Topo chico existen áreas de privilegios, es decir, como áreas VIP para los internos. Una clara muestra de la corrupción que existe dentro de los penales de nuestro estado.

Nuevo León no es el único en todo México con este tipo de problemas. De hecho, los penales de máxima seguridad sufren de los mismos problemas que los estatales. Digo, al final de cuenta no es como que esto viene como sorpresa, pues Joaquín Guzmán Loera logró escaparse dos ocasiones de penales de máxima seguridad. El Altiplano, Oriente, Puente Grande, Noreste y Noroeste tienen problemas de sobrepoblación.

En enero de 2015, la organización “¿Cómo Vamos Nuevo León?”, junto con especialistas en diferentes materias, creó la “Agenda Ciudadana”. Documento que tuvo el objetivo de ser la base para la formulación de metas y acciones que los nuevos alcaldes y el nuevo gobernador deben de cumplir durante sus actuales mandatos.

En la Agenda Ciudadana se habla nuevamente del peligro que representan los centro penitenciarios en el estado. Dentro de las propuestas del documento para mejorar el sistema penitenciario del Estado está considerado el cierre del Penal del Topo Chico de forma temporal con el fin de garantizar “su gobernabilidad interna y externa”. De igual manera se propone “aumentar el presupuesto de las cárceles, erradicar y prevenir el maltrato de los internos y realizar la separación efectiva entre procesados y no procesados”.

Hasta el momento, lo que ha hecho el estado es reconocer primero el problema que se tiene, pues el Secretario de Seguridad Pública del Estado, el Gral. Cuauhtémoc Antúnez, reconoció hace ya una semanas el descontrol que existe en los centros penitenciarios.

Este punto de la Agenda Ciudadana se convirtió en una de las metas para “¿Gober, Cómo Vamos?”, misma a la que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón se comprometió a cumplir durante la campaña. Hasta el momento, lo que ha hecho el estado es reconocer primero el problema que se tiene, pues el Secretario de Seguridad Pública del Estado, el Gral. Cuauhtémoc Antúnez, reconoció hace ya una semanas el descontrol que existe en los centros penitenciarios. ¿Por algo se empieza no cree usted?

El problema en los penales a nivel estatal y federal no son un problema de hoy, ni tampoco que inició con el gobierno de “el Bronco”. Son un problema de siempre, y la gravedad ha ido en incremento. Lo que trato de decir es que no importa el partido político que este en el gobierno; ninguno, absolutamente ninguno, ha puesto cartas en el asunto y en verdad darle una solución fundamental. Si nadie le da solución los penales seguirán siendo escuelas del delito y situaciones como la del día de ayer, donde lamentablemente gente perdió la vida, seguirán sucediendo, y tal vez el día de mañana no estemos hablando de 49 muertos, sino cientos de muertos y peor aún cientos de fugados.

Diputados, Senadores, Gobernadores, Presidente de la República es hora de darle solución a este tema, que es un elemento más del cáncer de la corrupción de nuestro lindo y querido México.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

NSJP: EL CAMINO A UNA JUSTICIA MÁS HUMANA

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Un nuevo sistema de justicia penal se aplicará en el país a partir de este año con alrededor de 10 reformas a artículos que por años han sido acusados de arcaicos e ineficientes.

De los 387 Centros de readaptación social que existen en México, 210 presentan problemas de sobrepoblación; con una población carcelaria de 257-291 cuando solamente se tiene capacidad 203-228 en un claro problema de control en el sistema privatorio. Lo esperanzador es que se eliminan gradualmente prácticas de “presunto culpable” y se acerca mucho más a un sistema en donde se investigue en base a la inocencia hasta demostrar lo contrario.

De los cientos de miles de presos en México, un gran porcentaje considera haber sido privado de su libertad bajo pruebas endebles, falta de acceso a representación jurídica o desconocimiento de sus derechos ante el sistema.

La aplicación de un nuevo sistema busca acabar con las malas prácticas del proceso normativo penal, garantizar el acceso a una justicia más humana y a un trato digno, así como la presunción de inocencia en carácter de reparación de daños a las víctimas.

Como ciudadano, he tenido la oportunidad de presenciar diversas audiencias con el fin de aprender de los juicios orales, materia en la que los litigantes aún no están del todo capacitados. Sin embargo, el ejercicio me resulta agradable y satisfactorio en pro de la transparencia que tanto hemos solicitado.

Me pronuncio a favor del NSJP por cuestiones de derechos humanos, por un sistema de justicia igualitario, por un equilibrio de oportunidades y porque deja menos intervención a “lo oscurito” donde solían resolverse los casos en beneficio del negocio o bajo la ley del más influyente.

Ahora, de los cientos de miles de presos en México que han sido juzgados en el sistema anterior, ¿cuántos podrán acceder a ser acusados bajo el nuevo sistema? Sería un justo golpe a los años de impunidad y corrupción que promovían las viejas prácticas.

El nuevo sistema no sólo depende del correcto apego de las autoridades sino de la correcta cultura con la que los ciudadanos lo adoptemos.

Como siempre y como todo, el nuevo sistema no sólo depende del correcto apego de las autoridades sino de la correcta cultura con la que los ciudadanos lo adoptemos. Ojo: no se trata de ahora delinquir con mayor facilidad, como seguramente muchos delincuentes de oficio querrán tomarlo. Nunca falta el inteligente que ve en las lagunas legales la oportunidad idónea para justificar su poco valor cívico.

¡Bienvenido nuevo sistema de justicia penal! Un paso contundente contra la impunidad en México.

¡Bienvenido nuevo sistema de justicia penal! Un paso contundente contra la impunidad en México.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Liberación anticipada

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El pasado jueves 17 de diciembre, el gobierno del Estado liberó de forma anticipada a 48 reos de bajo riesgo, tras cumplir el 60% de su sentencia en los penales estatales.

CNN México publicó el 21 de julio de este año, que “el Bronco” hereda la administración de un sistema penitenciario con 40% de sobrepoblación, carencias y déficits de custodios. En la nota, resaltaban que en el Estado de Nuevo León hay 8,120 reos distribuidos entre las tres cárceles estatales (Apodaca, Cadereyta y Topo Chico).

El exsecretario de Seguridad Estatal, Alfredo Gómez, declaró que los penales son viejos y que está detenida la construcción de una cuarta cárcel estatal por falta de recursos.

De la misma noticia se desprende que el exsecretario de Seguridad Estatal, Alfredo Gómez, declaró que los penales son viejos y que está detenida la construcción de una cuarta cárcel estatal por falta de recursos. A la par de tan desafortunada declaración, el entonces gobernador, saqueaba las arcas estatales y heredaba a los neoloneses la carga de pagar por 30 años el desastre financiero de su administración.

En el caso particular del penal del Topo Chico, en el 2014 tenía casi un 100% de sobrepoblación: su capacidad es para 2,600 reos y albergaba 5,000. Por si fuera poco, organismos internacionales han manifestado su preocupación por su escasez de infraestructura y falta de control.

Nuestras cárceles reciben constantes recomendaciones de la CEDH. Una noticia de Milenio describe el penal del Topo como: un espacio donde algunos reos pueden comprar privilegios y otros deben pagar por su vida.

En las cárceles del Distrito Federal, es 4.62 veces más probable morir de un homicidio que en las calles de la ciudad capitalina.

La mala calidad de las cárceles es desgraciadamente una realidad en todo México. Ayer, domingo 20 de diciembre del 2015, el encabezado de la sección de noticias nacionales de los periódicos de Grupo Reforma, destacaba que, en las cárceles del Distrito Federal, es 4.62 veces más probable morir de un homicidio que en las calles de la ciudad capitalina.

Que las cárceles en este país son escuelas de delincuentes, es una percepción popular. No es extraño entonces que el nuevo procedimiento penal, producto de la reforma que introduce los juicios orales, contemple numerosas alternativas y procedimientos y medios de reparación de las conductas delictivas, en los que se evita que el imputado llegue a prisión.

El programa de liberación anticipada, que ha introducido Jaime Rodríguez Calderón, me parece correcto, a pesar del riesgo que política y mediáticamente conlleva.

El programa de liberación anticipada, que ha introducido Jaime Rodríguez Calderón, me parece correcto, a pesar del riesgo que política y mediáticamente conlleva. En el Estado de Nuevo León, existe una Ley de Indulto que faculta al gobernador para otorgar a los reos que cumplen con ciertas características –haber purgado más de la mitad de la pena, no ser reincidentes y no haber cometido delitos graves que ponen en riesgo la seguridad pública— una gracia que logra su liberación inmediata.

Indultar a los reos que cumplen con las características que señala la ley, aunque no es obligación del gobernador, me parece, sin duda alguna, una responsabilidad frente a las circunstancias actuales de nuestro sistema penitenciario y de la administración pública estatal.

Las cárceles tienen un doble propósito: aislar de la sociedad a quienes constituyen un peligro para la paz y el orden público; y formar y transformar a los reclusos, en ciudadanos de bien.

Nuestras cárceles no sirven para ninguna de las dos cosas. No hay en ellas, ni siquiera espacio físico suficiente, para que quien entra al penal, viva recluido con dignidad. La responsabilidad que tienen los que nos gobernaron, de no haber atendido adecuadamente este problema, es grandísima.

Otro gran tema, es que el sistema de justicia penal en México, tiene una efectividad equitativa, que es proporcional a la capacidad económica de las partes. Hay numerosos casos de gente, que sin atentar gravemente contra el orden público, vive recluida (el famoso caso del kilo de barbacoa o los del documental “El Túnel” donde muestra una serie de reos explicando que están presos por robos menores a mil pesos).

A nadie le deseo ser tratado como un simple recluso mexicano sin privilegios. Ojalá hagamos conciencia acerca de lo mucho que no está faltando como sociedad para atender adecuadamente a las personas que cometen delitos y busquemos, en solidaridad, hacer algo en favor de ellos.

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[1] Periódico “El Norte”. Viernes 18 de diciembre del 2015. Sección Local. Pág. 2.
[2] CNN México. “El Bronco” se topa con 40% de sobrepoblación en penales de Nuevo León. 21 de julio del 2015.
http://www.cnnmexico.com/nacional/2015/07/21/el-bronco-se-topa-con-40-de-sobrepoblacion-en-penales-de-nuevo-leon
[3] Milenio Diario. “Organimos encienden sus alarmas por penal del Topo. 7 de julio del 2014. http://www.milenio.com/monterrey/encienden-alarmas-penal_0_331166902.html
[4] Ibidem
[5] Periódico “El Norte”. Sección Nacional. 20 de diciembre del 2015. Pág. 2
[6] El Túnel. Documental del CIDE. 2012: https://www.youtube.com/watch?v=LbB3GpJDJ_M

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