Yo te vi, yo te vi robando

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Nos queda menos de un año de paz. Dentro de muy poco, tendrás que elegir entre los candidatos a la presidencia y serás atacado por intensas y agotadoras campañas electorales.

Durante esta temporada, tu mente será invadida por eslóganes, carteles, imágenes y cancioncitas que se quedarán rebotando en las paredes de tu memoria contra tu voluntad y a veces para siempre.

Quizá hayas notado que gran parte de la música y de las imágenes utilizadas por los políticos para empatizar contigo y tatuarse dentro de tu cerebro, en muchas ocasiones le pertenecen a personas que poco o nada tienen que ver con el proceso electoral.

Esto no es de extrañar, ya que es más difícil que recuerdes quién es Antonio Tarek, si su nombre llega a ti a través de una canción completamente original a que si lo conoces mediante un lamentable cover de la canción “Happy” de Pharrell Williams (probablemente así hasta recuerdes, como yo, que el candidato pertenecía al distrito 17).

Porque aunque hagan el ridículo y nos provoquen vergüenza ajena, estos spots se quedarán en nuestros recuerdos y quizá hasta los compartiremos con otras personas con el objetivo de burlarnos.

Ejemplos hay muchos: Omar Bernardino modificó la canción “Toma que toma” y Raúl García Ruiz hizo lo propio con “El Serrucho”, ambos con resultados repugnantes.

En Veracruz realizaron una alteración de la canción “Quiero que me quieras” de la película “Rudo y Cursi” sustituyendo la frase: “Yo te vi, yo te vi llorando” por: “Yo te vi, yo te vi robando” y la acompañaron de imágenes de Fidel Herrera.

Hasta a Ernesto Chavana le robaron su canción “El Rey de Tribal” para promocionar a Diego Leyva Merina, logrando la improbable hazaña de empeorar una canción ya de por sí horrible.

Y por supuesto, uno de mis casos favoritos: René Díaz González utilizando imágenes de la Rana René para su campaña electoral y después defendiéndose de las acusaciones con el “sólido” argumento de que su rana era diferente porque no tenía patas y el cuello era distinto al de Kermit The Frog de Estados Unidos a la que, por cierto, el candidato se refirió como la rana Kevin.




Debo decir que esto no es exclusivo de México. En España, el partido conservador (PP) utilizó la canción “La Trampa” de Manu Chao. En Francia, Sarkozy hizo uso de “Kids” de MGMT. En Argentina, se colgaron carteles con fotografías de Messi y Maradona acompañados de mensajes políticos y en Perú Carmen Lozada se añadió descaradamente como una más de las Chicas súper poderosas.

Derechos de autor, productores, artistas, intérpretes, derechos de imagen, derechos marcarios y un largo etcétera, son pisoteados por los intereses de la clase política.

Me parece que lo anterior tiene relación con el impacto que el internet ha causado en la manera en que percibimos las creaciones artísticas. Hoy, de forma inmediata y excesivamente sencilla, todos podemos acceder a casi cualquier canción, película, pintura, fotografía, etcétera y realizar modificaciones a ellos tampoco es muy complicado.

Esta simplificación en el acceso al trabajo de otros, de ninguna manera significa que los derechos de autor hayan dejado de ser violados; incluso los memes que llevas en tu celular vulneran derechos de terceros. Que muy pocos hayan mostrado interés en iniciar acciones legales en contra del uso, modificación y difusión no autorizadas de sus trabajos, es algo muy diferente.

Quienes elaboran las campañas políticas y participan en su difusión, están también inmersos en este nuevo contexto cultural y por ello, cada vez es más común ver que los políticos no sólo hagan uso de obras ajenas sin contar con el debido permiso de los titulares de derechos, sino que a veces hasta se atrevan a alterarlas, o bien, que utilicen la imagen de cualquier figura pública para los fines que consideren convenientes.




Porque este acceso simplificado, no sólo permite que los trabajos de otros sean utilizados para hacer chistes o bromas, sino que muchas veces se usan también para difundir mensajes ideológicos.

Lo anterior, no es un acto exclusivo de la clase política. Precisamente esta semana Matt Furie, creador de “Pepe la Rana” decidió dejar de dibujarla (la asesinó dentro del comic) porque ésta comenzó a ser utilizada por grupos de extrema derecha y supremacía blanca en Estados Unidos, sin que el autor tuviese control alguno y sin que parezca haber explicación aparente de dicha circunstancia

Controlar a los ciudadanos en internet y el uso que hacen de los trabajos artísticos de alguien más, no ha sido una labor sencilla. Podría decirse que sigue siendo uno de los principales retos actuales, al grado en que se ha generado modelos de protección a los derechos de autor muy diferentes como Creative Commons.

Sin embargo, creo que más allá de los ciudadanos comunes, es relevante señalar que resulta absurdo que quienes aspiran a legislar o a formar parte de la administración pública, no tengan conocimiento ni respeto por los derechos de terceros. Inmensa ironía que nos inviten a confiar en ellos para garantizar el estado de derecho, auxiliándose precisamente con violaciones de derechos.

No ignoro que existen asuntos mucho más graves y delicados en el proceder de los políticos en campaña pero no por ello deberíamos ignorar esta vergonzosa contradicción.

Entonces sugiero algo muy sencillo: Denuncia a los candidatos que hagan este tipo de payasadas, vía Twitter o cualquier otro medio que tengas al alcance para contactar a los titulares de derechos, tal y como se ha hecho en otros países. Después de todo, si los políticos nos van a hostigar por meses con sus espantosos trabajos mal hechos y robados, nosotros podemos hostigarles haciéndoles pagar las consecuencias de ello.

Aunque haya asuntos más urgentes en la agenda, en este sí puedes intentar hacer algo sin necesidad de un gran esfuerzo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”