La danza de cifras por el COVID-19, ¿miente el gobierno federal?

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En días pasados prominentes medios internacionales publicaron reportajes sobre el tamaño de la magnitud del coronavirus en México. 

Una estimación publicada en El País y basada en datos oficiales del sistema de salud, ubica el número de contagiados entre 620,000 y 730,000. 

El medio hizo el cálculo con base en el exceso en las atenciones médicas por ETI (Enfermedad Tipo Influenza) e IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave) con respecto a años pasados. 

Según El País, con datos oficiales del modelo centinela, esta cifra asciende a 43,166 casos (hasta la semana 9) y representan el 6% del total de enfermedades de ese tipo, por lo que el total de casos serían alrededor de 730 mil.

Por su parte el New York Times señala que en la CDMX se podrían estar dejando de informar cientos o incluso miles de muertes por coronavirus. De acuerdo al medio norteamericano el total de muertes en la capital del país ascendería a 2,500, un 75% más de las informadas por el gobierno federal y casi la misma cifra que el total nacional de fallecimientos (3,000 al momento del reportaje). 

Una cosa es segura y es que la contabilidad perfecta o exacta en una pandemia es inviable, y la apuesta por el modelo Centinela (de muestreo y proyección) por parte del gobierno federal fue abierta desde el principio. 

El mismo gobierno ha reconocido en múltiples ocasiones que sus cifras son una muestra con la que toman decisiones y que más que ocuparse en tratar de sacar una estimación exacta, su prioridad es evitar el colapso en el sistema de salud.

El éxito del modelo elegido y su prioridad está precisamente en esa variable. Hasta el momento, ninguna entidad ha tenido un colapso hospitalario en disponibilidad de camas con ventilador. 

Incluso las estimaciones presentadas por el NYT ponen a la ciudad de México por debajo de otras grandes urbes, como Nueva York o Madrid, donde los casos y fallecimientos han sido inmensamente mayores. 

El foco no debe estar en si la cifra que proporciona el gobierno federal es precisa o no, sino en que su estrategia de basar la toma de decisiones en el modelo Centinela logre el cometido de evitar la saturación hospitalaria y por ende una catástrofe en el manejo de la pandemia. 

La gran preocupación que existe es el consenso internacional respecto a la necesidad de desarrollar sistemas masivos de pruebas, no solo en esta etapa, sino para lograr mantener estabilidad en la nueva normalidad. Ahí es donde el modelo federal encontraría su principal limitación.

Esta columna es parte del análisis que realizamos en Reporte-19, el producto de análisis de Altius Consultores para brindar perspectiva y herramientas a tomadores de decisiones durante la contingencia.

Para consultar el reporte completo entra a https://bit.ly/reporte19altvz