Credit Suisse: los escándalos, corrupción y malos manejos estarían detrás de la caída de la segunda entidad bancaria más importante de Suiza

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Credit Suisse fue pilar del sector financiero suizo desde su fundación en 1856. Y si bien fue golpeado por la crisis financiera de 2008, el banco logró capear esa tormenta sin un rescate del gobierno, a diferencia de su rival UBS, que ahora lo acaba de adquirir por US$3.240 millones ante el peligro de que la entidad colapsara.

Parece ser que en los últimos años, Credit Suisse contaba con más de un problema a nivel interno que poco a poco lo fue llevando a la ruina; Gestión divisiva, exposición costosa a la compañía financiera Greensill Capital, que colapsó en 2021, un sórdido caso de lavado de dinero y una disminución de la confianza de los clientes en los últimos meses, en los que se retiraron miles de millones del banco, fueron las últimas gotas que rebasaron el vaso, que venía llenándose desde hace años.

Sin embargo, las alarmas se prendieron a raíz de un comentario aparentemente improvisado del Banco Nacional Saudita, que posee casi el 10% de Credit Suisse, sugiriendo que no aumentaría su inversión.

Las acciones de Credit Suisse entraron en caída libre, e incluso una declaración de confianza del Banco Nacional Suizo y una oferta de US$50.000 millones en apoyo financiero no pudieron estabilizar la situación.

Finalmente, UBS acordó la compra de Credit Suisse por unos 3.000 millones de francos suizos (US$ 3.250 millones), aproximadamente un 60 % menos de lo que valía el banco cuando los mercados cerraron dos días antes.

A medida que el episodio culmina los 167 años de historia de Credit Suisse, plantea nuevas preguntas sobre si este es el comienzo de una crisis bancaria más amplia.

“Creo que la respuesta es que nadie sabe. No se ve muy bien, pero igualmente podría verse mucho peor”, dijo Jonas Goltermann, economista jefe adjunto de Mercados de Capital Economics.

Las acciones de los bancos centrales y los reguladores han restaurado “un grado de estabilización”, pero “solo el tiempo dirá” si eso será suficiente para detener una crisis más amplia.

“Si nos estabilizamos durante un par de semanas y meses, sabremos que lo peor ha pasado”, dijo a CNN el lunes.

Credit Suisse es el primer banco de “importancia sistémica global” en ser rescatado desde 2008. La lista, que denota bancos cuya quiebra podría desencadenar una crisis financiera mundial, comprende solo 30 prestamistas, incluidos JPMorgan, Bank of America, HSBC, Barclays y Bank of China.

Sin embargo, a pesar de su importancia para el sistema financiero, la mayoría de los analistas no esperan que la desaparición de Credit Suisse marque el comienzo de otra crisis financiera mundial.

El mayor riesgo, dicen, es que la tensión en el sistema financiero haga que los bancos restrinjan el crédito. Una crisis crediticia pesaría sobre los hogares y las empresas, aumentando el riesgo de recesión, lo que a si vez podría conducir a un aumento de las deudas incobrables y las pérdidas para los prestamistas.

PIB de México podría caer 4% en 2020, advierte Credit Suisse

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La firma de servicios financieros Credit Suisse ajustó su previsión de crecimiento de la economía mexicana para este año, pues prevé que el PIB en 2020 se contraiga 4%.

“Estamos bajando nuestra previsión para el PIB de 2020, de un crecimiento de 0.7% a una caída de 4%. Nosotros habíamos advertido que el 0.7% previo era subjetivo y significaba riesgo a la baja, los que parecen estarse materializando”, se comenta en el comunicado del financiera.

Credit Suisse estima que el PIB real caiga 1.9 y 3.6% en los primeros dos trimestres del año (no analizado y ajustado por estacionalidad), conducido por una caída en el sector industrial y de servicios.

Por otro lado, la firma estima que el choque inicial de la oferta debido a las interrupciones del comercio por la menor disponibilidad de insumos importados, que comenzó el mes pasado, ahora se ha agravado por el choque adverso externo y el interno también acrecentándose de la demanda derivado de los esfuerzos de cuarentena por COVID-19 y una menor confianza de los consumidores y las empresas.