La tecnología y los datos para hacer información en México

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Soy mexicana, vengo de una familia de maestros y por algún motivo rompí la tradición y me dediqué a estudiar sistemas, aunque jamás me imaginé que esa carrera me llevaría a crear información útil para las personas.

Siempre he vivido en la Zona Metropolitana del Valle de México, pero mi familia viene de aquella zona ubicada en los extremos del país, esa punta que da al Golfo de México, adonde vivieron los mayas. Entonces soy citadina pero también meridana.

La primera vez que utilicé una computadora fue a los 16 años. Fue en la casa de mi papá y ahí conocí el internet. Pensar en eso, nos dice mucho del acceso a las tecnologías en México. Obviamente nunca pensé hacer análisis ni minería de datos antes de conocer el internet, por eso quiero que mi trabajo signifique algo.

A los 19 años comencé a estudiar ingeniería en arquitectura. Hasta ese momento comencé a tener más contacto con las computadoras. Ese mismo año, trabajé en la Secretaría del Medio Ambiente.

¿Se imaginan entrar a un trabajo y no saber casi nada de computadoras? Bueno, ahí aprendí dos cosas gracias a dos personas que fueron mis jefes: Víctor Hugo León Gómez y el ingeniero Manuel Fabregat Carreón aprendí la importancia del autoaprendizaje y el funcionamiento de las computadoras desde cómo reparar un equipo hasta la implementación de redes de trabajo.

Dejé la carrera y estudié sistemas computacionales. Mi contacto con las tecnologías de la información fue algo tardío, pero ha sido intenso desde entonces.

En el mundo la información genera muchas oportunidades —y la falta de ella también—, que las grandes potencias utilizan para mejorar su forma de vida. Creo que México puede ir en el mismo sentido, si más personas se interesan por todo lo que tenemos. Las cifras no mienten por lo general.

Me dedico a la minería y explotación de datos, hago investigaciones con herramientas tecnológicas para generar información que habla de diversos aspectos de lo que ocurre cotidianamente en México.

Desde hace poco mi vida ha cambiado gracias a la aplicación de mi conocimiento en la interpretación de números. Me dedico a la minería y explotación de datos, hago investigaciones con herramientas tecnológicas para generar información que habla de diversos aspectos de lo que ocurre cotidianamente en México.

Creo que si algo caracteriza a mi trabajo, es el compromiso, el aprendizaje y el detalle a la veracidad de los resultados que obtengo. Pese a que todos los estudios son influenciados por el criterio de quien los diseña, intento siempre que los motivos que los determinan y las cifras que utilizo, contengan datos ciertos y apegados al fin con el que son empleados.

Cuando comienzo a revisar una base de datos, me gusta pensar en todas las posibilidades que esa información tiene para sus posibles usuarios. Lo que para unos es un montón de números con datos aislados, para mí es una oportunidad de decir algo.

A México lo conocemos por lo que vemos en libros de historia, las noticias y lo que ocurre a nuestro alrededor, pero pocas veces valoramos la importancia que los números tienen para conocer a detalle nuestro país.

A México lo conocemos por lo que vemos en libros de historia, las noticias y lo que ocurre a nuestro alrededor, pero pocas veces valoramos la importancia que los números tienen para conocer a detalle nuestro país. Me gusta pensar que mi trabajo es pionero en el entendimiento de los hechos cotidianos y la verdad periodística, pues no es muy común que este tipo de información sea interpretada con facilidad por las personas al momento de conocer algún suceso que afecte o beneficie su vida diaria.

La información que utilizo está ahí aunque no necesariamente es de fácil lectura. El internet es en la mayoría de los casos mi fuente de información. A pesar de ello, siempre es importante verificar su proveniencia. Las bases de datos que utilizo siempre provienen de instituciones, secretarías, del gobierno federal o estatal y de empresas privadas reconocidas internacionalmente como Twitter o Instagram.

Cuando coloco la información en un mapa, estoy segura que los datos duros y las cifras se convierten en algo entendible para más gente que si sólo dejo la información jerarquizada y analizada en una tabla, por ejemplo.

Generalmente hago uso del programa “Datos Abiertos” que el gobierno mexicano ha comenzado a impulsar recientemente con fuerza y de las API´s (Interfaz de Programación de Aplicaciones), que redes sociales tienen disponibles para la creación de apps.
Estas herramientas pueden ser utilizadas para generar información para cualquier persona. Entre otros trabajos, he realizado ranks de las mejores ciudades para trabajar de México, un estudio en Instagram de los monumentos de la Independencia más fotografiados en toda la república, un estudio de las mejores ciudades para criar niños, un mapeo de mercados y supermercados en la Ciudad de México y un estudio sobre encuentros sexuales en Twitter México. Actualmente estoy generando un estudio sobre las estaciones de Ecobici con mayor afluencia para ayudar a sus usuarios a encontrar opciones alternativas y con ello contribuir un poco en el mejoramiento de la movilidad en el DF.

Cuando coloco la información en un mapa, estoy segura que los datos duros y las cifras se convierten en algo entendible para más gente que si sólo dejo la información jerarquizada y analizada en una tabla, por ejemplo. La interpretación de la información que obtengo es importante, porque creo que la gente debe entender lo que ocurre en su país, y en muchas ocasiones, los mapas me permiten facilitarles a las personas la lectura de mi trabajo diario.

La interpretación de la información que obtengo es importante, porque creo que la gente debe entender lo que ocurre en su país, y en muchas ocasiones, los mapas me permiten facilitarles a las personas la lectura de mi trabajo diario.

Para realizar la geolocalización de los datos (mapeos), utilizo Cartodb. Es una herramienta en la nube que permite realizar el mapeo de datos, es decir, geolocalizar e interpretar mediante un mapa la información y los resultados que obtengo a través de las herramientas tecnológicas que utilizo para realizar mi trabajo. Cada mapa tiene su particularidad de acuerdo a lo que quiero mostrar. Puede ser desde la localización de puntos, hasta la concentración de una constante en ciertas zonas definidas.

En realidad, pocas veces los medios de comunicación buscan facilitar el entendimiento de las cifras a las personas. Para mí, eso en particular me parece muy importante. Quiero que mi trabajo tenga un propósito, que los números con los que realizo mi labor diaria clarifiquen y ayuden a las personas allá afuera.

Espero que algún día trabajos como el mío brinden una herramienta importante a la sociedad, a tal grado que podamos pensar en un México más informado y capaz.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

3 recomendaciones para Retos Públicos: A partir de nuestra experiencia habiendo participado y ganado

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Primero quiero comenzar con un poco de historia, de esas historias que, cuando alguien te la cuenta, no crees ni la mitad de lo que escuchas, y como toda buena historia conjuga una serie de eventos que me llevan a estar en este momento frente a mi computadora compartiendo esta experiencia.

Nunca pensamos que poco más de 15 años después, seríamos ganadores del Reto ExperTIC y eso detonaría la fundación de nuestra empresa y la oportunidad de trabajar con el equipo de Codeando México, INFOTEC y Presidencia de la República.

La historia comienza en 1999, en un mundo donde la burbuja del .com estaba estallando y el miedo al error Y2K en las computadoras paralizaba a más de uno, año en el que conocí a mi actual socio y co-fundador, Aftab Hussain Miranda, íbamos en primero de secundaria, y nuestros momentos de diversión consistían en jugar videojuegos portátiles y hacer “páginas de internet”, entre otras actividades propias de la secundaria. Pero algo seguro es que desde entonces, e incluso antes, nos apasionaban las computadoras… pero nunca pensamos que poco más de 15 años después, seríamos ganadores del Reto ExperTIC y eso detonaría la fundación de nuestra empresa y la oportunidad de trabajar con el equipo de Codeando México, INFOTEC y Presidencia de la República.

Contarles que sucedió en los años que pasaron entre los dos amigos de secundaria haciendo páginas de internet y la primera vez que me enteré de cierta iniciativa llamada La app de los 115 millones de pesos, nos llevaría mucho tiempo, por lo que haré un fast-forward hasta ese momento en el que supe que se estaba organizando un movimiento que integraba: desarrollo de software, dependencias de gobierno y a la sociedad civil; sabía que deberíamos estar ahí, poco a poco comencé a seguir las actualizaciones de Codeando México desde la publicación del Reto SAT Móvil hasta la publicación del primer Reto Público en la plataforma actual, Reto Alerta MX. Cada vez me interesaba más por el movimiento y aparecían más Retos en la plataforma, hasta que a finales de 2014, se dieron las condiciones correctas que nos llevaron a participar en Reto ExperTIC.

Al poco tiempo que anunciaron al ganador del Reto, comenzamos a tomar algunas decisiones que cambiarían nuestras vidas.

¿Cuáles fueron? En primer lugar la afinidad por el tema de formación y capacitación, posteriormente por el requerimiento técnico en el que solicitaban el desarrollo de una solución con API REST (nos encantan las API REST y creemos que toda aplicación web debería contar con una) y finalmente por la forma en la que Retos Públicos plantea las etapas de participación, desde la publicación de la convocatoria hasta el anuncio del ganador. En nuestro caso, el proceso desde que comenzamos a trabajar en la solución al reto hasta que se notificaron los ganadores fueron cerca de tres meses (considerando las vacaciones de fin de año). Pero más allá del proceso, lo que más me gusta de nuestra historia es que tuvimos la visión para participar en la convocatoria, la creatividad para proponer una solución, el conocimiento tecnológico para realizarla pero sobre todo la pasión, la energía y la entrega de todos los involucrados para llevar una idea a un producto terminado.

Y aún no llego a la que en mi opinión es la parte más interesante de la historia, pues al poco tiempo que anunciaron al ganador del Reto, comenzamos a tomar algunas decisiones que cambiarían nuestras vidas: Aftab renunció a su trabajo como Developer Senior en una importante firma de comercio electrónico, yo dejé de trabajar para algunos clientes y proyectos, para enfocarnos en ExperTIC, decidimos que era el momento ideal para fundar una empresa, conseguimos nuevos clientes gracias a la carta de presentación del desarrollo del Reto para Presidencia, conocimos personas increíblemente talentosas, aprendimos mucho sobre los estándares de desarrollo que tiene la DGTI de Presidencia, y finalmente desarrollamos una aplicación que, aunque es de uso interno para el Gobierno, tiene el potencial de mejorar el acceso a la oferta de capacitación en TI de más de veinte empresas a nivel nacional.

Algunos de ustedes se preguntarán, ¿y cuáles son las tres razones para participar en Retos Públicos? Pues bien, cerraré esta colaboración de forma muy concreta:

1. La posibilidad de proponer soluciones innovadoras a problemáticas de diversa índole, utilizando tecnología digital, apoyados por instancias gubernamentales es una experiencia incomparable en México y en el mundo, aún si tu propuesta no es seleccionada, utiliza dicho aprendizaje y sigue participando.

2. Ser agentes de cambio en la forma en la que el Gobierno compra software, demostrando con hechos que no se necesita ser una gran empresa para participar, los Retos Públicos están abiertos a Personas Físicas y PyMES por lo que todos los que compiten tienen aspectos en común.

Cada vez somos mas aquellos que tenemos ganas de hacer algo para cambiar al mundo, pero muchos no sabemos por donde comenzar. ¿Por que no comenzar con un Reto Público?

3. Pensar y hacer, investigar y aprender. Cada vez somos mas aquellos que tenemos ganas de hacer algo para cambiar al mundo, pero muchos no sabemos por donde comenzar. ¿Por que no comenzar con un Reto Público?

Para despedirme, les comparto algunas recomendaciones para su participación:

Lee bien la convocatoria (ahí está toda la información que necesitas), léela de nuevo hasta que no te quede ninguna duda, si tienes dudas el equipo de Codeando México es muy diligente y presto a apoyar.

Evalúa si cuentas con las capacidades técnicas y conocimientos para proponer una solución, escribe la idea, desarróllala e investiga, pero ante todo se sincero (con tus conocimientos, áreas de experiencia e interés y afinidad con el proyecto), debes apasionarte por el proyecto pues los procesos de desarrollo suelen llevar varios meses y no puedes desesperarte a medio camino.

Prepara tu presentación, sé concreto y equilibra la descripción de la solución a nivel creativo/conceptual con la contraparte técnica y metodológica, se conservador y define bien el alcance de tu propuesta, revisa que tu presentación cubra cada rubro detallado en la convocatoria, piensa en que estás haciendo un traje a la medida.

Busca un tiempo para recopilar toda la documentación administrativa y prepárate para participar, deja todo listo días antes del cierre de la convocatoria, sube todos los documentos solicitados y da click en el botón de Enviar Proyecto.
Felicidades, haz enviado tu proyecto y, no lo sé, puede que seas el próximo en compartir tu experiencia en éste blog.

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La importancia del ecosistema: Epicentro, Festival de Innovación, como resultado del ecosistema en Jalisco.

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Un ecosistema no está solamente formado por las personas que están en él, es decir no es una suma de individuos, sino que también está compuesto por las relaciones que se generan entre estas personas y los condicionantes que definen estas interacciones.

En el tema de la innovación cívica, definida por la manera en la que transformamos nuestra interacción como ciudadanos con los actores que nos rodean: ACs, gobierno, otros ciudadanos, el ecosistema es fundamental. De éste dependerá el grado de dificultad con el que generemos innovación y el tono en el que lo hagamos.

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a Epicentro, Festival de Innovación, en Jalisco, organizado por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología Jalisco, y como muchas de las veces que visito el “Tequila Valley”, reflexioné sobre la importancia del ecosistema en temas de innovación.

En Jalisco, especialmente en el área metropolitana de Guadalajara, se está generando un polo de innovación y tecnología muy importante en el país, un ecosistema, que incluye también a la innovación cívica, aquello que hacemos desde Codeando México.

En Jalisco, especialmente en el área metropolitana de Guadalajara, se está generando un polo de innovación y tecnología muy importante en el país, un ecosistema, que incluye también a la innovación cívica, aquello que hacemos desde Codeando México.

Confirmo que Epicentro es el resultado de este ecosistema vibrante, y a través de 4 días llenos de acción, nos demostró tres cualidades fundamentales de éste:

1. Espacios colaborativos: En Guadalajara, a diferencia de otras ciudades con las mismas características demográficas en el país, se cuenta con varios espacios de trabajo colaborativos, o coworks. Este tipo de recintos estimulan el trabajo en equipo, multidisciplinario y colaborativo. Cuando una entidad de gobierno organiza un taller en el “HackerGarage” (hackerspace), lugar de reunión típico de las comunidades tecnológicas y de emprendimiento, en vez de hacerlo en sus oficinas, el mensaje que se da es completamente distinto. Estamos acostumbrados a nosotros, como ciudadanos, ir a las oficinas de gobierno si queremos trabajar en conjunto, nosotros nos acercamos al ámbito gubernamental, se toman minutas y firmamos para las listas de asistencia. Jalisco nos demuestra que esta dinámica puede modificarse.

Cuando existen actores involucrados desde gobierno —sin un agenda politizada, pero sí con la intención de trabajar de manera horizontal con las comunidades— cambia totalmente la lógica de trabajo.

2. Apoyo gubernamental: Cuando existen actores involucrados desde gobierno —sin un agenda politizada, pero sí con la intención de trabajar de manera horizontal con las comunidades— cambia totalmente la lógica de trabajo. En Jalisco esto se puede observar con la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología, así como con el Zapopan Lab. No sólo a través de la organización de eventos, sino también por medio de la facilitación de recursos desde espacios hasta datos abiertos para desarrollar soluciones. Muchas veces el gobierno quiere desarrollar nuevos proyectos de participación ciudadana, consejos, comités; Jalisco nos demuestra, que aunque esto es importante, es fundamental empujar las iniciativas que ya fueron creadas desde la ciudadanía, no como actores que se confrontan sino que se apoyan e impulsan.

3. Enfoque de multidisciplinariedad y multiedad: En Epicentro se trabajó en temas de innovación desde distintos ángulos: innovación pública, innovación cívica, innovación sustentable, innovación en ciudades. Esto es importante porque sustenta el enfoque de multidisciplinariedad al demostrar que la innovación no sólo atañe a las startups de tecnología, sino que se puede trabajar desde una lógica transversal en todas las disciplinas. El tema generacional también es importante, al ser una agenda impulsada desde gobierno, es interesante ver a funcionarios públicos de muchas edades, trabajando con jóvenes en la ideación de propuestas innovadoras para solucionar problemáticas que atañen a todos.

La innovación puede darse desde una semilla en tierra árida, no es imposible, pero posiblemente sucederá de manera cerrada, con lazos de colaboración entre un círculo muy reducido. Pero para que la experiencia sea fructífera, mucho más natural y de manera orgánica, el ecosistema se vuelve esencial.

Así como los ecosistemas naturales influencian la manera en la que se desarrollan los animales, los ecosistemas sociales, específicamente de innovación, determinan en gran manera la interacción que habrá entre lo actores involucrados.

Así como los ecosistemas naturales influencian la manera en la que se desarrollan los animales, los ecosistemas sociales, específicamente de innovación, determinan en gran manera la interacción que habrá entre lo actores involucrados.

Lo ideal no sería esperarnos a que todos los actores se involucren, sino entender que necesitamos de ellos y seducirlos con la idea de pertenecer a un sistema de flujos mucho más innovador al que acostumbramos tradicionalmente. Jalisco nos pone el ejemplo.

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Líder Techie meet your civic side kick!

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La tecnología ha sido una herramienta que ha tenido un gran impacto dentro de la sociedad mexicana, y la forma en que éstas se organizan para generar un impacto. Es así como surgen iniciativas con el objetivo de promover e incentivar la colaboración mediante diversas disciplinas con el fin de que se conviertan en proyectos que tengan un impacto en su entorno, y al mismo tiempo ayuden a la resolución de problemas en su comunidad.

En estas reuniones, buscamos que ciudadanos con perfiles muy disparejos se conozcan entre sí con el fin de colaborar en proyectos que fomenten la transformación social a través del uso de la tecnología.

Es así como se desarrollan y desenvuelven las #HackNights. Las Civic Hack Nights son reuniones mensuales de las comunidades de Codeando México. En estas reuniones, buscamos que ciudadanos con perfiles muy disparejos se conozcan entre sí con el fin de colaborar en proyectos que fomenten la transformación social a través del uso de la tecnología. Todo esto con el fin de construir mejores gobiernos y mejores comunidades.

Muchas veces, al escuchar el término “hack” la comunidad piensa que se busca que estos proyectos sólo se desarrollen con especialistas en tecnología, sin embargo, el término es mucho más íntegro, e inclusive invita a diversos perfiles a formar parte del mismo.

Muchas veces, al escuchar el término “hack” la comunidad piensa que se busca que estos proyectos sólo se desarrollen con especialistas en tecnología, sin embargo, el término es mucho más íntegro, e inclusive invita a diversos perfiles a formar parte del mismo. “Hackear es utilizar el conocimiento que tenemos sobre un sistema de cualquier tipo para desarrollar funcionalidades para las que no había sido diseñado originalmente, o hacerle funcionar de acuerdo con nuevos objetivos”[1]. Es así como nos motivamos y buscamos motivar a la ciudadanía bajo la premise de que el hacker es quién se mueve a través de la curiosidad, la creatividad y el conocimiento, pues sabe que estas herramientas son sumamente necesarias para poder transformar su ciudad a otras nuevas realidades.

El hacker es quién se mueve a través de la curiosidad, la creatividad y el conocimiento.

El equipo de la brigada de Codeando México en Monterrey, está conscientes del impacto que estas actividades tienen en temas de participación y activación ciudadana; es por ello que las llevamos a cabo cada último miércoles de cada mes.

La dinámica es la siguiente:

1. Las personas y/o equipos interesados en transformar su entorno se juntan en las #CivicHackNight.
2. Una vez en el evento, se exponen proyectos e iniciativas en las que se ha estado trabajando, y tienen un impacto social.
3. Posteriormente, nosotros nos encargamos de conectar a ese líder cívico o líder tecnológico que tiene la idea o proyecto con su contraparte.

Esto se hace con el fin de crear una sinergia de ambas disciplinas, con el fin de que se puedan desarrollar proyectos que tengan gran impacto social, y al mismo tiempo puedan contar con las diferentes visiones y alcances. Después del evento, el equipo se dedica a darle seguimiento a los equipos formados para potencializar sus proyectos, y así puedan aprovechar de todos los recursos existentes para que éstos se puedan llevar a cabo, y logren consolidarse. Nuestro objetivo es que sean los proyectos de las #CivicHackNights los que estén teniendo un impacto en nuestra ciudadanía, y simultáneamente, sean un ejemplo de las grandes cosas que podemos lograr a través de la participación ciudadana.

El evento gira en torno a ser una plataforma en la que diseñadores, líderes sociales, desarrolladores de tecnología, activistas, científicos de datos, pensadores, abogados, organizaciones no gubernamentales, en fin, toda aquella persona que vea la oportunidad de solucionar un problema de su entorno a través del uso de la tecnología, pueda exponer sus ideas, y conectarse con aquellas personas que quisieran sumarse a su esfuerzo para poder llevarlo a cabo.

Actualmente reactivamos las #CivicHackNights siendo el 30 de Septiembre del 2015 la fecha en la que se expusieron alrededor de 4 proyectos, los cuales algunos se encuentran en la etapa de planeación, y otros ya en su etapa de desarrollo.

En la plataforma también buscamos darle seguimiento a los proyectos surgidos de las #CivicHackNights pasadas, por lo que también es un espacio en el que ponemos manos en marcha, y trabajamos en aquellas iniciativas.

El pasado Miércoles 28 de Octubre del 2015, se llevó a cabo nuestra segunda edición a las 7 pm en @The Pool Nuevo Sur. Las #CivicHackNights se lleva a cabo el último miércoles de cada mes.

En nuestros eventos pasados se sembraron varios proyectos, así que hacemos una invitación a la comunidad para por medio de estos espacios ampliar los equipos, pitchear nuevos proyectos o transformar los existentes

¡Hacemos juntos nuestra ciudad!
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[1] El arte de hackear la ciudad | Ártica – Centro Cultural Online. http://www.articaonline.com/2011/11/el-arte-de-hackear-la-ciudad/
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¿Qué se puede hacer con Tecnología Cívica?

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En este espacio, la semana anterior, hablamos de qué es la tecnología cívica. Para recapitular, tecnología cívica es toda aquella tecnología impulsada por la comunidad, y que intersecciona con los intereses públicos, ya sea a través del gobierno, de las comunidades, o de la sociedad civil organizada y no organizada. Pero, ¿qué se puede hacer con ella? Creo que la mejor forma de explicarla está en los ejemplos.

La #app115, como se le bautizó, abrió una conversación sobre cómo se utiliza la tecnología en las instituciones públicas en México, que hasta hoy continúa en la forma del movimiento de Hacking Cívico.

Durante el siglo pasado, con el advenimiento de la computación, las instituciones de todo tipo fueron incluyendo en sus procesos el uso de la tecnología computacional, pero no necesariamente han sido implementadas de la mejor manera. En 2013, el Congreso mexicano anunció que iba a pagar 115 millones de pesos por una aplicación que les serviría para monitorear sus actividades. Hacer una app de esa naturaleza, según se determinó en ese momento, no costaba más de 500 mil pesos. La #app115, como se le bautizó, abrió una conversación sobre cómo se utiliza la tecnología en las instituciones públicas en México, que hasta hoy continúa en la forma del movimiento de Hacking Cívico. Empezando por qué tecnologías usamos, si abiertas o de licencia, hasta el proceso por el cuál las elegimos.

Hackear los procesos

Ese momento vio nacer a Codeando México, y al programa Retos Públicos. Con el propósito de proponer una alternativa a la #app115, un grupo de jóvenes lanzaron un reto abierto donde se propusiera crear la misma app con un presupuesto 100,000 veces menor y mejor tecnología. En 10 días se presentaron 5 aplicaciones, las cuales utilizaban tecnologías abiertas y fueron llevadas al Congreso de San Lázaro . Al final, sí se licitó la app de 115 millones de pesos, pero a partir de ese evento nació el programa Retos Públicos, que cambia el proceso tradicional de licitación para tecnología gubernamental a uno más abierto, privilegia a los equipos de trabajo chicos en vez de las empresas grandes, y las tecnologías abiertas versus las tecnologías de licencia. Esto significa que produce productos mucho menos costosos y tecnológicamente más transparentes, y dado que permitió la participación de jugadores más chicos en un proceso en el que normalmente competían poquísimos actores, generó un caldo de cultivo para la innovación.

Retos Públicos es un gran ejemplo de tecnología cívica, porque en el fondo pone su peso en el cambio de mentalidad y la eficiencia de procesos, más que en el uso de una tecnología en particular, y especialmente porque nos muestra cómo un grupo de ciudadanos puede tener incidencia tangible y duradera en lo público.

Retos Públicos es un gran ejemplo de tecnología cívica, porque en el fondo pone su peso en el cambio de mentalidad y la eficiencia de procesos, más que en el uso de una tecnología en particular, y especialmente porque nos muestra cómo un grupo de ciudadanos puede tener incidencia tangible y duradera en lo público.

Hacer donde no hay

En Monterrey, ciudad desértica que además es una plancha de concreto gigante, hay un gran problema de arbolado urbano. El problema es que no hay. Lo que tampoco había, era un inventario de árboles en la ciudad. No se pueden construir políticas públicas si no se tienen datos; con esto en mente, un grupo de jóvenes decidió tomar el asunto entre sus manos y crear un repositorio donde todos participaran en inventariar los árboles de la ciudad. Así nació BUM: Bosque Urbano México, una plataforma hecha por ciudadanos que ahora cuenta con un inventario de 140,000 árboles en dicha ciudad. Su inventario se hizo tan robusto, que fueron invitados por la plataforma ¿Cómo vamos, Nuevo León? para colaborar con los alcaldes del Área Metropolitana de Monterrey midiendo el desempeño de sus administraciones en el plantado de árboles. Esto significa que personas en municipios alejados de la AMM fueron indirectamente beneficiados por el trabajo de BUM. Personas que tal vez estaban del otro lado de la brecha digital, vieron de algún modo mejorada su calidad de vida por estos esfuerzos cívicos. La tecnología cívica, pues, no se limita al desarrollo de aplicaciones para beneficiar sólo a quienes tienen smartphones, sino también es una forma de eficientizar las instituciones públicas de modo que beneficien a todos.

Comunidades cívicas

El Hacking Cívico es antes que nada un movimiento. Toda aplicación que cabe dentro de esa categoría, comenzó con una o más personas que se vieron hartas de una situación y quisieron tomar las riendas de la solución.

El Hacking Cívico es antes que nada un movimiento. Toda aplicación que cabe dentro de esa categoría, comenzó con una o más personas que se vieron hartas de una situación y quisieron tomar las riendas de la solución. Desde esfuerzos hechos por una sola persona, como Representantes Patito, aplicación que te arroja a tus diputados y senadores según tu lugar de residencia, o Ruta Directa, aplicación que mapea las rutas de camiones en Monterrey. Hasta esfuerzos abiertos y multidisciplinarios como Explica La Ley o DataMX. Basta con tener una idea y poner el empeño en llevarla a cabo hasta sus últimas consecuencias.

En los mitins activistas a los que asistí, después de una marcha, solían decir en el altavoz: “hagan comunidad, háblense unos a otros”. Por mucho tiempo creí que era una consigna vacía. ¿Sobre qué voy a hablar con quién? Pero en retrospectiva la mayoría de los esfuerzos comenzaron de esta forma. Ya sea que hables con las personas a tu alrededor sobre realizar algo, o te unas a las muchas comunidades de Hacking Cívico que hay en el país, vas a encontrar que siempre hay un lugar para todo el que quiera proponer o ayudar. No hace falta ser desarrollador (aunque para caer en la categoría de tecnología cívica, necesita haber desarrollo), siempre se necesitan expertos en un tema, diseñadores, personas que administren las tareas, que aporten en las tareas. Y si eres desarrollador, siempre habrá oportunidades de mejorar tus habilidades de código y aprender cosas nuevas en proyectos que van a sumar al bien general. Aunque en mi experiencia, llegamos por los proyectos, nos quedamos por la comunidad.

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