ES ELLA

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Lo he pensado tantas veces. Desde hace algunos meses en los que Donald Trump tenía las mismas posibilidades que yo de ser doctor- yo no soy capaz ni de ver sangre- hasta convertirse en un candidato serio y peligroso rumbo a la presidencia de los Estados Unidos.

Debo confesar que, después de la derrota con Barack Obama, no pensé que Hillary Clinton repensará la posibilidad de contender de nuevo por la silla presidencial de mayor poder en el mundo.

En mi estancia en Nueva York el año pasado, tuve la oportunidad de visitar varias veces la sede de las Naciones Unidas. Dentro del recinto se respiran verdaderos esfuerzos por impulsar las relaciones entre países, por encontrar soluciones a los grandes problemas del mundo y sobre todo por mantener la paz, no como la ausencia de guerra, sino como la capacidad de ser ciudadano del mundo sin distinguir razas, colores de piel, estatus social, preferencias sexuales o religiosas.

Caminando por las calles de Nueva York- bajo la magnitud de sus edificios y la multiculturalidad que lo distingue- entendí que un candidato que pretendía construir muros y disfrazar su nacionalismo extremo por violencia no era en lo absoluto parte de la esencia del ciudadano estadounidense.

Desde ese momento comencé a seguir la propuesta de Hillary Clinton. Una persona que, a sabiendas de lo que representa para una mujer ser candidata a la presidencia, tomó el reto con la mayor entereza posible. Quisiera decir que es la antítesis del candidato showman que incita violencia y repudio, pero sería ofender a una mujer que lo tiene todo menos ser radicalista.

Hillary Rodham Clinton, la mujer que transmite elocuencia.

La sencillez de su personalidad y la elegancia para ofrecer sus discursos. La mujer preparada para hacer historia y lograr comandar a un país urgido de empleo. La política con convicciones de hierro y estrategia coercitiva en las reformas migratorias.




La madre de familia sensible y amorosa, la esposa fiel y tenaz. Hillary resulta la opción, así sin más, la opción.

Por todos los motivos anteriores, por las continuas guerras e invasiones, por la demagogia radical del oponente y porque ser presidente es cosa muy seria, votar por Hillary Clinton debería ser hasta un acto de lógica y un llamado de paz.

Los estadounidenses tienen la oportunidad de entregar los problemas de su país a una persona seria, preparada y con valores; o repetir el morboso episodio del Reino Unido que, abusando del nacionalismo extremo, votó en favor del brexit bajo la nula consciencia del impacto negativo que éste tendría en su economía, educación y calidad de vida.

Votar no es emitir una opinión escrita basada en la sensación de odio que me produzcan los musulmanes, latinos o cualquier otra raza. Votar es elegir el futuro que quiero para mis hijos, mis padres, vecinos, amigos y sobre todo para mi propio destino. ¿En manos de quién dejarías a tus hijos?, es ella, solo ella.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

La lección islandesa

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Este fin de semana la selección nacional de futbol de Islandia fue eliminada en la Eurocopa de Francia con poco más del 8% de TODOS los ciudadanos del país apoyando a su equipo.

El tema no es cómo les fue, la sorpresa que fueron en el torneo, sino el ejemplo deportivo que nos brinda a todos los latinoamericanos este pequeño país de Europa.

Infraestructura

Este país con una población menor a la de Apodaca o Guadalupe ha invertido en infraestructura de tal manera que es uno de los países con mejor calidad de vida del mundo.

Mientras que aquí nuestros pescadores en Campeche y Veracruz aún usan métodos rústicos y son dependientes de empresarios con mejores equipos, en Islandia desde los años 60’s industrializaron de manera completa el sector pesquero.

Mientras acá seguimos en 1938 discutiendo si Pemex debe abrirse o no a la inversión extranjera, el modelo nórdico islandés nos ha mostrado que no sólo el sector petrolero debe abrirse sino también el sector de las energías alternativas que nuestros políticos parece que se enteraron ayer de que existían…

Y en temas deportivos, obviamente, un país con el nivel educativo y de previsión ha construido canchas e instalaciones adecuadas para su limitado “pool” de niños en ambientes propios para practicar el deporte. Con solo ver un juego de la liga dominical de Valle Verde enfrente de la clínica de cardiología del IMSS donde los jóvenes practican su deporte en plenos 35 grados y un sol aplomo nos podemos dar cuenta de lo nula e inexistente que es la presencia de los responsables de esto en el municipio de Monterrey.

Política e impartición de justicia

En medio de una crisis económica que vivió el país, el país y el gobierno tuvo el aplomo para mandar banqueros y políticos a la cárcel por sus delitos. Acá se tuvo el FOBAPROA y Jorge Lankenau fue el único que pagó el plato cuando fueron muchos (la mayoría, políticos) que cometieron este atraco a la nación.

Economía

Decir que México está mal es pegarle al perro amarrado… sin embargo, sería bueno tomar algunos ejemplos del modelo islandés en esta patria. Un ejemplo es la diversificación de exportaciones y bienes y servicios producidos en el país, cuando dejemos de ver a los aguacates o los tomates como nuestro único fuerte, estaremos en otra etapa.

De más está decir que un país chico es más fácil de administrar que un país como México, pero las lecciones en tantos rubros que le da Islandia al mundo nos da la explicación de su éxito.

Sin apelar a la autoflagelación nacional, es preciso entender que la patria debe dejar de vivir en el siglo pasado con debates tan rancheros, anticuados y tan cortos de miras como el tema de Pemex, la legalización de la marihuana o las inversiones APP del IMSS.

Lo dicho, dicho está.

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LA POBREZA A MUCHA HONRA

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En los últimos reportes de la OCDE la cantidad de personas en condiciones de pobreza o extrema pobreza ascendía a más de 60 millones, prácticamente uno de cada dos mexicanos vive en estas condiciones. Además, México ocupa el deshonroso lugar #2 entre los países más desiguales de Latinoamérica.

A muchos estas cifras ya les parecen “normales”, para la clase alta y media alta de la población mexicana representa un daño colateral inevitable a causa de tener una economía tan endeble y para nuestros políticos es la dictadura perfecta porque la pobreza es asegurarse votos a cambio de miserias.

Pero, ¿qué piensan los pobres de esta situación?: En México se corre y canta la frase “Pobre, pero a mucha honra” y para muchos de los que la padecen representa un sinónimo de humildad, de esfuerzo, de orgullo e incluso de naturalidad.

…¿qué piensan los pobres de esta situación?: En México se corre y canta la frase “Pobre, pero a mucha honra” y para muchos de los que la padecen representa un sinónimo de humildad, de esfuerzo, de orgullo e incluso de naturalidad.

Estamos repletos de televisión basura que mediante su teatro estelar (las telenovelas) retratan la esperanza de nacer y morir felices a pesar de sus condiciones, lo proyectan como una condición divina e incluso despiertan esperanzas mal fundadas en la suerte de “algún día la cenicienta encontrará a un hombre rico que se enamorará y le propondrá matrimonio” y con ello se acaba la pobreza.

En el cine se han ofertado en cartelera películas muy populares como “Nosotros los nobles” o recientemente “¿Qué culpa tiene el niño?” que entre risas siguen concibiendo a la pobreza como una condición de honra y orgullo.

Lo cierto es que la pobreza en México es una de las principales causas de corrupción, delincuencia, desigualdad social y retroceso educativo y para nada puede ser tomada como una condición honrosa en un país con tanto capital humano, con perfectas condiciones geográficas y con la esencia del trabajo duro en nuestras venas.

…la pobreza en México es una de las principales causas de corrupción, delincuencia, desigualdad social y retroceso educativo y para nada puede ser tomada como una condición honrosa en un país con tanto capital humano, con perfectas condiciones geográficas y con la esencia del trabajo duro en nuestras venas.

Vaya, no critico en lo absoluto la esencia de vivir al máximo con lo que tienes, pero mientras la conversación de pobreza no cambie, nuestros grandes problemas se irán acrecentando hasta llegar al colapso.

La condición de pobreza debe representar la necesidad de crear y aprovechar oportunidades, de trabajar duro, de capacitarse y preparase, de buscar aumentar mi calidad de vida y la de mi familia. La conversación debe girar en torno a un país donde aún cuando la mitad nacen en condiciones de pobreza, se encuentra en construcción para salir de ella. El trabajo de gobierno, del sector privado, de la academia y de la misma sociedad debe estar encaminado en disminuir la pobreza, crear oportunidades y establecer las condiciones necesarias de crecimiento y desarrollo.

Que a partir de hoy el “pobre pero honrado” se transforme en “próspero en construcción” porque si nuestra única esperanza de crecimiento y de eliminación de la pobreza es un gobierno perfecto y honesto, millones seguirán naciendo y muriendo en condiciones deplorables.

Nadie tiene la culpa.

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La Revolución Peatonal

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Un grupo de colectivos anda diciendo que hay que movernos a pie en la ciudad. Pero, ¡cómo!, si aquí en Monterrey nos movemos en carro, siempre nos hemos movido en carro. A pie es imposible y en camión nos lleva todo el día. Además, para mí no es problema, pues tengo auto… o, ¿sí? ¿Será que en algo me afecta no tener otras opciones para moverme en la ciudad? ¿Qué tal contaminación, tiempos de traslado, colisiones, embotellamientos, el riesgo que corro de ser atropellado al andar en la calle? Es más, ¿qué tal si ni siquiera tuviera qué trasladarme tanto a largas distancias? ¿Qué tal si la mayor parte de lo que necesito se encontrara a una distancia caminable?

Tal es el planteamiento de la Liga Peatonal (ligapeatonal.org), conformada por 35 miembros activos y 13 colectivos nacionales —hoy extendiéndose a otras partes de América Latina— que se reunieron en CDMX del 4 al 8 de mayo en el #3CongresoPeatonal e impulsan desde múltiples frentes una Revolución Peatonal, es decir, un movimiento de espacios públicos que pone a los peatones en el centro del escenario principal, que es la calle.

Y vendría bien aquí preguntarnos, ¿somos todos peatones? La respuesta es sí y no. Todos caminamos en algún momento del día, unos más, unos menos, cierto, pero hay quienes no tienen otra opción. Entonces, ¿a quiénes pesan más las condiciones poco óptimas —por decir lo menos— para caminar en la ciudad? Desafortunadamente, a la población de menor estrato socioeconómico, que son también quienes más mueren en la vialidad. Pero no sólo a ellos.

…¿somos todos peatones? La respuesta es sí y no. Todos caminamos en algún momento del día, unos más, unos menos, cierto, pero hay quienes no tienen otra opción. Entonces, ¿a quiénes pesan más las condiciones poco óptimas —por decir lo menos— para caminar en la ciudad? Desafortunadamente, a la población de menor estrato socioeconómico, que son también quienes más mueren en la vialidad.

Nuestras ciudades están diseñadas pensando en gente en pleno uso de sus capacidades motoras —y a veces hasta malabaristas—. Niño/as, anciano/as y personas con cualquier tipo de discapacidad no entran en escena. Las vialidades no son seguras para ello/as. Rutas peatonales obstruidas por autos, anuncios, postes de luz que obligan a quienes transitan a bajar a la calle, y resultan en situaciones alarmantes como el que las colisiones viales sean la principal causa de muerte en niños de 5 a 9 años de edad y la segunda en jóvenes entre 10 y 19 —esto es choques y atropellamientos— en Nuevo León. Personas con discapacidad simplemente no gozan de su derecho a transitar libremente por la ciudad. Están imposibilitadas.

Aquí compartimos un problema con toda América Latina: nuestras ciudades han crecido con muy poca o nula planeación y en este crecimiento, se han llenado de asentamientos informales —y no tan informales— a los que no se les dota de la infraestructura necesaria para hacerlos espacios seguros para la movilidad y bien conectados para el transporte de mayor distancia.

Nuestras ciudades están diseñadas pensando en gente en pleno uso de sus capacidades motoras —y a veces hasta malabaristas—. Niño/as, anciano/as y personas con cualquier tipo de discapacidad no entran en escena. Las vialidades no son seguras para ello/as.

El Índice de Prosperidad Urbana de ONU Hábitat señala cinco ejes para evaluar la calidad de un espacio público: infraestructura, productividad, calidad de vida, equidad e inclusión social, sustentabilidad ambiental y gestión de riesgo. La planeación urbana habría de estar enfocada en estos cinco ejes. ¿Dónde estamos en Monterrey?

¿Cómo transformamos una ciudad dispersa en una ciudad caminable, una ciudad que habiendo crecido una vez en población, lo hizo 2.5 en extensión territorial? Nos encontramos ante la necesidad de repensar los espacios que utilizamos habitualmente; de crear un balance entre donde vivimos y a dónde nos movemos. Es pensar en las opciones que dichos espacios nos ofrecen y pueden ofrecer: comercios, alimentos, servicios, esparcimiento…

Y podemos hacerlo también desde el espacio que habitamos: darle vida a nuestra ciudad. Hacer uso de nuestras calles, parques y plazas, invita a la gente. Así ganamos espacios para el uso de las personas. Creamos momentos y situaciones que generan encuentro y convivencia, y derivan en vínculos y cohesión social. Recordemos que nuestra mera presencia altera, transforma y construye la ciudad. El rumbo lo damos nosotro/as.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”