Advierten cámaras de comercio que Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica tendría “consecuencias irreparables” para los mexicanos

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Cámaras de comercio de países que ha. realizado inversiones en México manifestaron al presidente Andrés Manuel López Obrador su preocupación por la iniciativa impulsada para reformar la Ley de la Industria Eléctrica.

A través de una carta dirigida a López Obrador, las nueve cámaras manifestaron que dicho proyecto representa “la más reciente medida para alterar las reglas del juego del sector eléctrico, perjudicando retroactivamente el valor de inversiones hechas con pleno respeto de legalidad, y minando el grado de confianza para invertir en México de empresas con orifen en nuestros países”.

Por otro lado, recordó que en los últimos meses se suspendieron de manera indefinida las subastas de electricidad de energías limpias y el cambio de criterio en la asignación de los Certificados de Energía Limpia, la política de confiabilidad, continuidad y calidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

“Desde el mayor de los respetos a las políticas que su ejecutivo adopta, le queremos trasladar que estas iniciativas vienen a sumarse a otras anteriores, que han sido vistas como progresiva preocupación por las empresas que representamos”, señalaron.

Además, apuntaron que todas estas acciones, tales como la cancelación de la aeropuerto de la Ciudad de México o la supresión de organismos fundamentales de promoción de México, se han producido con “constantes referencias subjetivas a nuestras empresas mexicanas con capital foráneo, e incluso con descalificaciones explícitas e injustas a unos inversionistas que ganaron concursos abiertos e internacionales”.

Recordaron que la inversión extranjera que sus empresas portaron en forma de creación de empleo, transferencia de conocimiento o desarrollo social, asciende a 550 mil; “más de 90 por ciento de la IED recibida por México desde que existe registro”.

“Asimismo, dichos países invirtieron el 99 por ciento de la inversión extranjera destinada a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica. Pero además, al tratarse de un insumo básico, las modificaciones propuestas en la ley afectarían la competitividad de todas las industrias de la economía mexicana, que ha recibido en total 601 mil 933 millones de dólares en inversión”, apuntaron.

Las camas indicaron que en los últimos días han recibido requerimientos de información sobre los siguientes asuntos: “certidumbre jurídica en México, posibilidad de adopción de medidas gubernamentales retroactivas, competencias reales de cada organismo, mecanismos de diálogo con algunos departamentos federales, previsiones de respeto a la constitución mexicana y a los tratados internacionales o política del ejecutivo acerca de la competencia en igualdad con otras compañías estatales o nacionales”.

Por lo anterior, solicitaron que se considere la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

“Las consecuencias para el bienestar de mexicanos y mexicanas podrían ser irreparables en términos de coste de la electricidad, de acceso a energías renovables y a un medioambiente limpio y saludable; de pérdida de oportunidad para la industria en la transición a cadenas de suministro con energía limpia; de destrucción de empleos derivada de la pérdida de confianza y de competitividad de la inversión privada”, advirtieron.

Manifestaron que su interés en el desarrollo económico y social de México, las inversiones ya realizadas en la República, “hacen que nuestro futuro esté ligado al de la sociedad mexicana”.

La carta fue firmada por las siguientes cámaras: American Chamber of Commerce of Mexico, Cámara de Comercio Británica, Cámara de Comercio de Canadá en México, Cámara de Comercio e Industria Franco Mexicana, Cámara de Comercio Italiana en México, Cámara Española de Comercio, Cámara Japonesa de Comercio e Industria de México, Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria y Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria Holland House México.

La piratería en México

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De acuerdo con Enrique Guillén, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) el contrabando y la piratería en México cuestan alrededor del 1.25% del PIB lo que en cifras equivaldría a 236 mil 800 millones de pesos. Por ello, la piratería representa el segundo delito que más preocupa a las autoridades, justo después del narcotráfico. Habría de decirse que el segundo delito que más debería preocupar a los mexicanos es la piratería.

Los sectores con mayor vulnerabilidad ante esta situación son el de vinos, cigarros, libros y acero. Algunos datos al respecto muestran el alcance de la piratería en esos terrenos, por ejemplo: en la industria tabacalera creció del dos al 17 por ciento entre 2011-2014, dicho en términos netos: 340 millones de cajetillas de cigarros que entran al territorio nacional no pagan impuestos, esto representa un grave riesgo a la salud y habría que atenderlo a la prontitud. Ahora hay que imaginar cuántas escuelas se dejaron de construir o en su caso de equipar debido a hábitos de consumo nocivos para la ciudadanía y para las instituciones.

Por otro lado, explica Salvador Quesada, Director de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), que en la industria del acero ha ingresado varilla china que sólo cuenta con el 15% de fortaleza que la nacional, esto quedó demostrado al efectuarse pruebas de calidad, sin embargo es más barata y se vende sin ningún tipo de problema aunque ponga en riesgo las construcciones donde se instala. Se ahorran unos pesos y se pone en riesgo el patrimonio de miles de familias que son sus hogares, y aún de terceros.




Por ello la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados dictaminó a favor la propuesta presentada por el suscrito y los también diputados Jorge Ramos del PAN y Enrique Jackson del PRI para decretar el 11 de Octubre de cada año “Día Nacional del Combate al Contrabando y Delitos en Materia de Derechos de Autor”. El problema de la llamada piratería implica un vector fundamental de las sociedades modernas que es la propiedad intelectual, esto es, el mundo de las patentes, los procesos, las técnicas y los materiales con que se genera riqueza.

Ahora bien, la tarea no es menor porque si bien pueden crearse herramientas legislativas para tratar de combatir este mal, también es cierto, como lo comentan los legisladores en el cuerpo dictamen que se turnará al Pleno de Diputados para su valoración y votación, la necesidad de fomentar una cultura de la legalidad con participación de ciudadanos, sector productivo y autoridades.

Esto es importante ya que de acuerdo con el estudio “Piratería: entendiendo el mercado sombra en México” realizado por la American Chamber of Commerce of México y el Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC) en general el 50% de los encuestados no ven a la piratería como un delito grave, incluso es algo que forma parte de su vida cotidiana, de ahí que tampoco se considere problemático consumir productos que tienen un origen ilegal.

Por último, tomando en consideración la “Cuarta encuesta de hábitos de consumo de productos pirata y falsificado” realizada por el mismo instituto se obtuvo como resultado que ocho de cada diez personas han comprado un producto pirata y que los productos que más se consumen son: películas, calzado, ropa, textiles y perfumes.




La cultura de la legalidad en el consumo es primordial por varias razones, primero, porque con la piratería se fractura la innovación y la investigación, segundo, porque se pone en riesgo el trabajo de cientos de miles de personas; tercero, porque se adquieren productos de mala calidad con riesgos reales para el consumidor;  y cuarto porque se crea una economía paralela que daña las finanzas públicas y así la disponibilidad de recursos para el desarrollo.

Por tanto, deben reforzarse las acciones orientadas a la cultura de la legalidad y hacer visibles los problemas que se crean al consumir productos de origen “pirata” particularmente por su vinculación con el crimen organizado. Que las ciudadanías financien con sus compras lo que más las lastima que es la delincuencia organizada resulta una paradoja, sin embargo, es real y evidente que se incentiva la evasión fiscal, el daño a la propiedad intelectual, el trabajo honesto de hombres y mujeres y la inversión económica. La economía de la piratería es de suma cero en términos de desarrollo público: todos pierden menos la delincuencia.
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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”