Violencia obstétrica…(¿Qué?)

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Al momento de hablar de violencia obstétrica lo primero que la mayoría de las personas piensan es: ¿violencia qué?, y se debe a la falta de información que se tiene sobre el tema, pero sobre todo por el desinterés social y la poca empatía que se presentan respecto a él.

A veces tenemos una idea de que el embrazo son los meses más maravilloso de las mujeres (y aunque claro para muchas así lo es), hoy en día existen muchos casos de violencia obstétrica, en los cuales, mujeres pierden a su bebé en el transcurso del parto por negligencia médica o falta de infraestructura de los hospitales.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) cuenta la historia sobre tres mujeres que sufrieron y fueron víctimas de violencia obstétrica; la primera de ellas se identifica con el nombre Rosa y perdió su embarazo de 15 semanas, pidió orientación para el uso de métodos anticonceptivos y la respuesta que obtuvo fue un simple: “el mejor es decirle no al palito”; a Mildren a pocas horas de haber dado a luz la forzaron a ponerse el dispositivo intrauterino, sin esperar a su recuperación; Verónica, en el Estado de México, exigió que se le atendiera y la respuesta de los médicos y enfermeras fueron risas y burlas, que resultaron en la pérdida de su bebé [1].

Casos como estos los vemos en las noticias muy frecuentemente, a una mujer no la atienden en un hospital, el resultado es un bebé muerto. Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara (como si fuera algo que te pudieras aguantar). Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto [2].

Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara…Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto.

GIRE manifiesta en su último informe: “Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos” que, la violencia obstétrica surge a partir de la institucionalización de los partos, al momento en que el parto dejó de ser algo natural para convertirse en una práctica médica [3]. Ahora bien, esto no quiere decir que la institucionalización no haya traído grandes beneficios, sino que también se han ido formando abusos y conductas que han generado discriminación y violencia en contra de la mujer [4].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre (no aceptados por la Organización Mundial de la Salud), para poder “sacar rápido” al bebé; ente otras.

El Informe contempla por una parte la violencia física, la cual está relacionada con el suministro de medicamentos no justificado, cuando se aplaza o no se atiende a la madre en el momento oportuno a la hora del parto [5], no obstante también se habla sobre la violencia psicológica a la que se le somete, la cual está basada principalmente en el trato discriminatorio, violento, y humillante hacía la madre [6].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre…

Ahora bien, replanteo la pregunta de Estefanía Vela Barba en su columna titulada: “La violencia obstétrica”: ¿cómo, cuando se supone que la maternidad y la vida prenatal son tan valiosas, se permiten semejantes abusos?. Algo que por más que pienso no logro entender, porque es cierto que nuestras madres son unas guerreras, pero eso no significa que tengan que sufrir más después de todo lo que tienen que pasar para traernos al mundo.

La violencia obstétrica claramente es un problema de género y como otros, está estructurado, es decir no depende solamente del personal que labora en el hospital, sino de la institución misma, los recursos que el gobierno otorga al sector salud y la ineficacia de acciones y políticas publicas que se han hecho al respecto.

Con esto no quiero decir que todos los médicos y/o enfermeras(os) sean responsables o toleren este tipo de conductas, yo personalmente estoy consciente del trabajo, dedicación y entrega que tiene muchos de ellos [7], lamentablemente vivimos en un país en donde la corrupción, el desvió de fondo, la falta de educación, los estereotipos y sobre todo la violencia y discriminación han dejado a la mujer en un plano sumamente preocupante de indefensión en un proceso como el parto.

[1] GIRE, Violencia Obstétrica, 2015. Disponible en: http://www.gire.org.mx/nuestros-temas/violencia-obstetrica
[2] Id.
[3] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 8.
[4] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 9
[5] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[6] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[7] Para mi hermana que sé que será una gran ginecóloga y esta por presentar el ENAR.

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No es mal humor, es indignación

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Sé que a veces se puede decir en algunas notas o comentarios que recojo de aquí o de allá en donde se dice (sic) que no hay buen humor, el ánimo está caído, un mal ambiente, un mal humor social, pero déjenme decirles que hay muchas razones y argumentos para decir que México esta avanzando y creciendo, como es en el caso del sector turístico”, externo el Presidente Enrique Peña Nieto la semana pasada en el evento de Inauguración Tianguis Turístico de México en Guadalajara.

Perdón señor Presidente pero yo sí estoy de mal humor. No soportó observar que la cifras de homicidios en México ascienden a 151.233 muertos [1] , se reportan alrededor de 26.789 [2] personas desparecidas (además de ir a la alza), más del 64% [3] de los mexicanos y mexicanas que son detenidas sufren tortura, y por lo menos al día hay 5 feminicidios. No soportó la idea de que ahora los niños y niñas van a la cárcel por matar, mutilar, y quemar personas, nuestras prisiones albergan un estimado de 5 mil niñas y niños sentenciados por delitos graves relacionados al crimen organizado.[4]

Perdón señor Presidente pero yo sí estoy de mal humor. No soportó observar que la cifras de homicidios en México ascienden a 151.233 muertos , se reportan alrededor de 26.789 personas desparecidas (además de ir a la alza), más del 64% de los mexicanos y mexicanas que son detenidas sufren tortura, y por lo menos al día hay 5 feminicidios.

Como comentó Julio Scherer en su libro Niños en el Crimen: “ya se puede hablar de niños asesinos, menores de 12 años que tienen la fuerza suficiente para sostener un arma y disparar con la sangre fría de un adulto. [5]

No comprendo a qué se refiere con el avance en el sector turístico si las últimas notas que he leído respecto a ciudades consideradas como potencias en este ámbito están relacionadas con crimen organizado, muertes, violencia y robos. En Acapulco hace unos días acaban de realizar una manifestación por la Paz, pues ya están hartos del temor que prevalece en su Ciudad por culpa de la ineficaz estrategia de seguridad que ha implementado. [6]

Ayer se celebró el día mundial de la libertad de prensa, y recordé que México está catalogado como un país en donde no existe la libertad de prensa [7] , y además de ser considerado como uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo, ocupando el séptimo lugar mundial en muertes y desapariciones a periodistas, 120 periodistas asesinados en los últimos 25 años. [8]

No comprendo a qué se refiere con el avance en el sector turístico si las últimas notas que he leído respecto a ciudades consideradas como potencias en este ámbito están relacionadas con crimen organizado, muertes, violencia y robos.

Un gobierno que no protege y garantiza los derechos humanos de sus ciudadanos, es un gobierno que no avanza, y por lo tanto se queda estancado y mediocre. Porque señor Presidente, yo también ya me cansé de estar de mal humor, ya me cansé de leer y observar todas las injusticias sociales que se viven en el país, en donde la justicia condena a los más vulnerables y deja exentos a los poderosos, para estas alturas mi mal humor más bien se convirtió en una constante indignación.

[1] Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Situación de derechos humanos en México, pág.102 Informe 2016. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Mexico2016-es.pdf
[2] Id.
[3] Amnistía Internacional, Alto a la Tortura. 2014. Disponible en: http://amnistia.org.mx/hacemosn/tortura/ ; Amnesia Internacional, México: Salto en denuncias de tortura revela creciente cristis de derechos humanos. Disponible en: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2015/10/mexico-spike-in-torture-reports-reveals-deepening-human-rights-crisis/
[4] Excelsior, Menores sicarios, víctimas y verdugos del crimen organizando. 2015. Disponible en: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/08/09/1039241
[5] Scherer, Julio. Niños en el Crimen, Editorial Grijalbo, 2013, pág. 18.
[6] El Universal, Exigen paz en Acapulco; sigue clima de violencia. 2016. Disponible en: http://www.forbes.com.mx/mexico-entre-los-paises-con-menor-libertad-de-prensa/ http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2016/04/28/exigen-paz-en-acapulco-sigue-clima-de-violencia
[7] Forbes, México, entre los países con menr libertad de prensa. 2016. Disponible en:
[8] Forbes, México, séptimo lugar en homicidios impunes contra periodistas. 2014. Disponible en: http://www.forbes.com.mx/mexico-septimo-lugar-en-homicidios-impunes-contra-periodistas/; Universal. Registran 120 periodistas asesinados en México en los últimos 25 años. 2016. Disponible en: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/sociedad/2016/02/3/registran-120-periodistas-asesinados-en-mexico-en-los-ultimos-25

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Caso Ayotzinapa: El desinterés en su máxima expresión

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El Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) surge a través de un acuerdo entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado mexicano y los familiares de las víctimas con el propósito de brindar asistencia técnica para el esclarecimiento de los hechos ocurridos en septiembre de 2014 en Iguala. Su trabajo comenzó desde marzo de 2015 y por decisión del gobierno mexicano de no renovar por segunda vez, concluyó este fin de semana.

En el mes de diciembre del año pasado cuando el gobierno mexicano decidió renovar el mandato del GIEI, éste presentó nuevas líneas de investigación a la Procuraduría General de la República. El GIEI afirmó en su informe “Informe Ayotzinapa II : Avances y nuevas conclusiones sobre la investigación, búsqueda y atención a las víctimas” que efectivamente se tuvieron avances en el mes de diciembre, pero todo esto cambio drásticamente en enero, [1] el gobierno optó constantemente por obstaculizar el trabajo del grupo, con ello limitando la investigación, además de no contar con la independencia ni información necesaria y primordial para poder llevar a cabo su investigación.[2]

En la conferencia del domingo pasado el GIEI sentenció dilación y demora intencional por parte del Estado al no haber realizado las pruebas solicitadas, además de la obstrucción para acceder a la información, así como a las declaraciones realizadas, incluyendo también que existieron pruebas con las cuales contaba la PGR y no les permitieron acceso.

México en el año 2014 no garantizó el derecho a la vida, garantía y protección judicial a las víctimas, México 19 meses después no ha garantizado el derecho a la verdad de los familiares, el derecho a saber dónde están sus hijos.

El segundo informe contempla la posible manipulación de evidencia por parte de la PGR, se dio a conocer un video en donde el directo de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón se ve recolectando información un día después de los hechos y ésta no estaba incluida en el expediente, así como el incumplimiento por parte del gobierno a las líneas de investigación propuestas en el informe pasado, y por último manifestaron que en el basurero de Cocula no había sido posible llevar acabo el acto atroz de quemar a los estudiantes. El GIEI concluyó que en el sistema mexicano existía una formalidad y burocracia que entorpece a las investigaciones, se consideró que existe una deficiencia para el análisis de pruebas, además de encontrar una ausencia por parte de las autoridades al análisis del contexto de los hechos. [3]

Ayer leí la columna de Jorge Fernández Menéndez titulada “GIEI: al diablo con la realidad” en donde decidió tajantemente desacreditar el trabajo realizado por el grupo, alegó que, su informe es de “pena ajena, algo indigno de llamarse producto de grupos expertos”. Para él el informe sólo sembró desconfianza, se basó en meras hipótesis, en esta misma línea argumentativa se sumó Carlos Marín defendiendo la verdad histórica de Murillo Karam llamándola: “precisa y concisa”.

Yo quisiera saber cómo se le puede exigir un informe completo a un grupo que no dejaron trabajar, que desacreditaron con constantes mensajes en los medios de comunicación, cuando todo indica a que el gobierno sólo esperaba de ellos una absurda aprobación de su parte de su tan querida verdad histórica.

En nuestro país existe una brecha enorme entre la ley y su verdadera aplicación, el tener un marco legal protector de derechos humanos no significa garantizarlos, era crucial que el gobierno trabajara de la mano con el GIEI para poder llegar a la verdad de los hechos ocurridos en Iguala…

México en el año 2014 no garantizó el derecho a la vida, garantía y protección judicial a las víctimas, México 19 meses después no ha garantizado el derecho a la verdad de los familiares, el derecho a saber dónde están sus hijos. El Estado no entiende que realizar más cambios legislativos no significa garantizar los derechos humanos, sino que deben de existir una serie de mecanismos efectivos y eficientes los cuales permitan acceder a la justicia.

En nuestro país existe una brecha enorme entre la ley y su verdadera aplicación, el tener un marco legal protector de derechos humanos no significa garantizarlos, era crucial que el gobierno trabajara de la mano con el GIEI para poder llegar a la verdad de los hechos ocurridos en Iguala, porque 19 meses después los familiares y el país entero queremos y exigimos saber la verdad histórica, y no una débil, contradictoria y parcial verdad histórica.

México tiene un claro desinterés por el caso Ayotzinapa, tanto así que nadie del gobierno se presentó a la conferencia ofrecida por el GIEI. Al Presidente Enrique Peña Nieto sólo le alcanzó para escribir un tweet agradeciendo al GIEI por su informe.

[1] Ayotzinapa II. Avances y nuevas conclusiones sobre la investigación, búsqueda y atención a las víctimas, pág. 161, 2016. Disponible en: https://drive.google.com/a/udem.edu/file/d/0B3wuz7S3S9urNFFlZUNMSldQUlk/view
[2] Id.
[3] Ayotzinapa II. Avances y nuevas conclusiones sobre la investigación, búsqueda y atención a las víctimas, pág.

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Homofobia: ignorancia o decisión

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Daniel tenía 24 años cuando un día se encontró en su camino con un par de sujetos los cuales decidieron terminar con su vida, ¿el problema? era gay. Antes optaron por someterlo a varias horas de inmensa tortura, la cual consistió en apagar cigarrillos y escarbar swastikas en su cuerpo.

A la mayoría de las personas no les gusta ser llamados homofóbicos, pues la palabra es fuerte y algunas veces hiere. Al escuchar comentarios como: “yo no soy homofóbico… mientras no se metan conmigo”, “yo acepto a los gays o lesbianas pero que no lo hagan enfrente de mi“, “yo apoyo el matrimonio homosexual, pero no la adopción porque se están metiendo con un niño(a) me pregunto: ¿eso no es homofobia?.

El día 17 de mayo de 1990 fue histórico, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud, eliminó la homosexualidad como enfermedad psiquiátrica. No se encontró más razón que la obvia, la orientación y preferencia sexual no constituía o provocaba una afectación en el cerebro, tampoco se pudo relacionar con el deterioro en la efectividad, no se logró demostrar que existiera algo anormal en el comportamiento de la persona, o que coexistiera un desconocimiento de la realidad, de las emociones, se determinó que ser homosexual no era un problema psicológico, sino solamente una cuestión de preferencia u orientación sexual.

A partir de ese día se ha luchado incansablemente por el reconocimiento de los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales transgénero, intersexual (LGBTTTI) en México, se han hecho importantes reformas en materia de seguridad social y salud, así como la jurisprudencia emitida por nuestro máximo Tribunal en la cual reconoce expresamente el matrimonio igualitario, además de la reforma constitucional respecto a derechos humanos, y la prohibición de todas las maneras de discriminación por sexo, orientación o preferencia sexual.

Cuando escucho frases como: “me dan asco los homosexuales”, me quedo perpleja y me vuelvo a cuestionar ¿qué tan lejos hemos llegado?, ¿qué tan mal estamos como sociedad? Para manifestar enérgicamente que una persona te pueda dar asco solamente por su preferencia u orientación sexual ¿a caso no es eso más enfermo?

Sin embargo ¿hemos avanzado realmente?, de acuerdo con CONAPRED 4 de 10 mexicanos/as no estaría de dispuesto a permitir que en su casa viviera personas homosexuales, 83.4% [1] de la población manifiesta haber sido víctima de discriminación por preferencia sexual, así como el 42.8% [2] de personas homosexuales afirman haber recibido intolerancia por parte de la policía por ser homosexual, en el año 2012 se sumaron alrededor de 273 quejas a CONAPRED por presuntos actos de discriminación en contra de personas LGBTTTI [3].

La discriminación al grupo LGBTTTI, se ha manifestado de diversas maneras, la exclusión, segregación, los tabús, el repudio y hasta la más extrema de todas que es la muerte, en donde se ha registrado en los últimos años al rededor de mil 218 homicidios en México por homofobia [4].

Cuando escucho frases como: “me dan asco los homosexuales”, me quedo perpleja y me vuelvo a cuestionar ¿qué tan lejos hemos llegado?, ¿qué tan mal estamos como sociedad? Para manifestar enérgicamente que una persona te pueda dar asco solamente por su preferencia u orientación sexual ¿a caso no es eso más enfermo?

Ahora bien, me remito a los comentarios de las personas que externan estar a favor del matrimonio igualitario, sin embargo no apoyan la adopción por familias homoparentales, esta vez no me apoyaré en argumentos jurídicos los cuales existen: la resolución de la SCJN en donde manifiestó la posibilidad para que las personas del mismo sexo puedan adoptar en la Ciudad de México, así como el precedente de la Corte IDH en donde determinó discriminatorio el separar a una madre o padre de sus hijos por su preferencia u orientación sexual, sino me referiré a lo inhumano que es privar a una persona de poder tener una familia, porque las personas no solamente se casan para tener derecho y acceso a la seguridad social (las cuales son de suma importancia), sino también para formar una familia con la cual compartir sentimiento, solidaridad, metas, sueños, unión, tradiciones, afectos e ilusiones.

La discriminación al grupo LGBTTTI, se ha manifestado de diversas maneras, la exclusión, segregación, los tabús, el repudio y hasta la más extrema de todas que es la muerte, en donde se ha registrado en los últimos años al rededor de mil 218 homicidios en México por homofobia.

En la actualidad no existe un estudio científico que determine sobre una afectación directa y real de una niño(a) adoptado(a) por una familia homoparental, la mayoría de sus argumentos están basados en la posible discriminación que podría sufrir el menor, o la fragilidad de los matrimonios homosexuales [5], no obstante en el año 2003 la Asociación Canadiense de Psicología concluyó que los hijos nacidos en familia hetrosexuales no presentan diferencias entre los hijos de familias homosexuales, de igual manera The Child Welfare League of America sustentó que, el funcionamiento emocional, cognitivo, social y sexual de los niños criados por padres hetrosexuales son los mimos que por padres homosexuales [6].

Algunas veces discriminamos sin darnos cuenta, no se perciben los alcances del actuar y las consecuencias que pueden generar, como se puede afectar a otra persona directa o indirectamente en su vida y su desarrollo. La discriminación se encuentra inmersa en la cultura, eso es cierto, sin embargo hay que recordar que la cultura la creamos nosotros como sociedad, por ello es nuestra obligación erradicar conductas que menoscaben o vulneren derechos de otras personas.

Como diría Simone De Beauvoir: En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad; lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación.

[1] CONAPRED, El combate a la homofobia: entre avances y desafíos, 2012, pág.6. Disponible en: http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/DocumentoHomofobia_ACCSS.pdf
[2] CONAPRED, op.cit. pág. 7
[3]Id.
[4]Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia, . Crímenes de odio por Homofobia un concepto en construcción, 2012, pág. 21 Disponible en: http://www.clam.org.br/uploads/arquivo/
Informe%20Crimenes%20de%20odio%20M%C3%A9xico.pdf http://www.clam.org.br/uploads/arquivo/
Informe%20Crimenes%20de%20odio%20M%C3%A9xico.pdf
[5] Navarro, Luis. posiciones en contra y a favor de la adopción homoparental desde la sociología y la psicología, Universidad Autónoma de México, pág. 190. Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoPrivado/4/dtr/dtr7.pdf
[6] Navarro, Luis. Op.cit, pág. 199

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Mi vida también tiene valor

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“Caminar por la calle sin que nos disparen. Estar en el trabajo, sin que nos asesinen. Estar en casa, en casa, sin que nos maten”
Estefanía Vela Barba

El 13 de diciembre del 2013 fue uno de los mejores días de mi vida, viaje a la Ciudad de México para ver a The National (el grupo que me ha robado todas mis noches desde hace más de siete años), fui con Pandy mi mejor amiga la cual también estaba llena de emoción por ver a sus tan queridos y esperados Foo Fighters. Todo apuntaba a que iba a ser una noche especial, y así fue, aunque marcada por un amargo momento. Al estar esperando, entre más se adentraba la noche y el sol se escondía por completo, un par de sujetos se acercaban cada vez más a nosotras, por más que empujábamos no lográbamos hacer nada para que se fueran, hasta que al fin intentaron tocarnos, mi primera reacción fue gritarle y estaba a punto de pegarle, sin embargo Pandy, como siempre distraída, emocionada y brincando, apenas tuvo oportunidad de percatarse de lo ocurrido. Cuando le conté ;su reacción, valiente y tierna, fue intentar protegerme, se colocó atrás de mí, intentando evitar que nadie se me acercara, su método por más noble que fuera no funcionó, pues terminamos siendo acosadas las dos.

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Considero que la mayoría de las mujeres a lo largo de nuestra vida hemos sufrido acoso sexual, en diferentes maneras, tal vez un día cuando nos subimos al metro, al otro cuando vamos pasando por la calle y un par de sujetos se nos quedan viendo de pies a cabeza, el miedo en que nos sumergimos cuando vamos solas por un lugar obscuro, cuando un taxista se intenta pasar de listo, o hasta el caso más extremo, cuando intentan o logran abusar sexualmente de nosotras. A lo mejor es cierto que un par de mujeres en este momento estén pensando: “yo nunca he sufrido acoso sexual, yo sí me sé vestir, yo sí sé donde andar”, probablemente sea cierto y nunca han sufrido violencia de género, pero quizá a la mejor no saben realmente qué es la violencia de género, pues ésta se ha convertido en algo implícito dentro de la convivencia social.

En el año 2001 un caso emblemático marcó la historia de la mujer en México, se encontró en un campo algodonero en Cd. Juárez a tres mujeres identificadas con el nombre de Esmeralda, Claudia y Laura, sus cuerpos estaban desgarrados, violentados, ultrajados y con fuertes indicios de violación sexual. En México no solamente se mata a las mujeres, sino que antes la violan, la torturan, la destrozan, la asfixian, le rompen los huesos, la mutilan, la queman, y deciden hacerle todo lo que ellos quieran. A final de cuentas es sólo una mujer, piensan algunos absurdamente.

La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura. El Estado reconoció parcialmente su responsabilidad internacional, alegó que efectivamente en Cd. Juárez permeaba un ambiente de discriminación hacía la mujer. Los hombres estaban enojados porque las mujeres eran contratadas por las fábricas (su mano de obra era más barata), empero esos hechos no eran imputables para el Estado, pues no los habían cometido agentes estatales [1]. La excusa de nuevo como manejo de crisis. La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi? Si alguien me hubiera dicho antes de nacer que por ser mujer iba estar expuesta a los golpes, a las miradas, a que quisieran utilizar mi cuerpo como propiedad pública, a las etiquetas de “zorra y puta”, a que me violaran y todavía se me incriminara a mí – los hombres tienen instintos, tu los incitas – o me mataran, prometo que se me hubieran quitado las ganas de ser mujer, y ahorita mi madre tuviera un hijo.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura.

Recuerdo cuando se tipifico el delito de feminicidio muchos decían “las feministas lograron lo que querían tener su propio tipo penal”, y siempre pensé: ¿Querían un tipo penal? Las feministas no querían un tipo penal, necesitamos un tipo penal, lo que realmente queremos es vivir.

A veces, debo admitir que se me quitan las ganas de luchar, tengo mis 5 minutos de más enojo, de más tristeza, de más frustración, pero luego recuerdo a todas las mujeres que han sufrido, que han muerto, que han marchado, que se han manifestado y luchado, que han denunciado, recuerdo a Andrea, Gabriela, Daphne, Esmeralda, Claudia, Laura, Lydia, Rosa, Mariana, Elvia, Alicia, Marta ; recuerdo que aproximadamente 5 mujeres mueren en México al día por razones de género [2]. Se me pasa y decido indudablemente unirme a su lucha, a buscar la equidad en un mundo de desigualdad social.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi?

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Incluso mi Word como el Estado Mexicano no reconoció la palabra feminicidio.

[1] Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Disponible en: http://www.bjdh.org.mx/interamericano/doc?doc=casos_sentencias/CasoGonzalezOtrasVsMexico_
ExcepcionPreliminarFondoReparacionesCostas.htm

[2] INGEI, Estadística a propósito del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, datos nacionales, 2015. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2015/violencia0.pdf

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La lucha por nuestra integridad

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“El reconocimiento de los derechos humanos depende del momento histórico que se esté contando”, me dijo alguna vez una maestra. La lucha por los derechos humanos ha sido muy larga, dolorosa y sobre todo constante. A lo largo de nuestra historia hemos vivido acontecimientos atroces que nos han marcado profundamente, dejando un rastro de indignación imborrable.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se dejó un mundo adolorido, espantado y con poca esperanza.Por esta razón, los países decidieron unirse y realizar un compromiso: reconocer y respetar los derechos humanos, entendiéndose estos como derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna; considerándolos universales, inalienables, independientes e indivisibles.

Durante las últimas semanas en Nuevo León, se ha suscitado un debate entre el poder ejecutivo y legislativo, en contra de los criterios implementados por el Poder Judicial. Algunos Alcaldes y legisladores han realizado un llamado de advertencia, en especial al Magistrado Arenas Bátiz (Presidente del TSJNL), considerando sus criterios como ineficientes para la implementación de justicia, trayendo como consecuencia la liberación de “delincuentes”.

Vivimos en un país donde más del 64% de los mexicanos y mexicanas tememos por nuestra integridad física, psicológica y moral si llegamos a ser detenidos por cualquier autoridad.

A través de este conflicto, me ha tocado escuchar diferentes opiniones, pero la que más me llamó la atención, fue la siguiente: “los derechos humanos para algunas cosas están bien, pero para otras no, como por ejemplo cuando dejan delincuentes sueltos”. Entonces: ¿La culpa es de los derechos humanos o de las autoridades encargadas de realizar el proceso?

Amnistía Internacional en su informe “Fuera de control: tortura y otros malos tratos en México, denuncia que la practica de la tortura en nuestro país es generalizada y persiste, que lleva arraigada en el sistema por más de 50 años, y lo peor es que cada vez aumenta con más frecuencia. Se estima que por lo menos 80.000 personas son victimas de actos violentos relacionados con las detenciones realizadas por el Ejercito, La Marina o la policía [1]. En el año 2014 se presentaron más de 7.000 denuncias de personas que afirmaron haber sufrido tortura durante su detención y sólo 7 tuvieron una condena por un tribunal federal [2].

En Nuevo León la tortura por parte de las autoridades, no es un tema exento, sino todo lo contrario, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo LeónCEDHNL– emitió en el año 2015, 116 recomendaciones [3] , de las cuales más del 80% son sobre casos de tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes. La autoridad responsable de detener al presunto delincuente, en principio tiene la costumbre de no contar con una orden de aprehensión, pues se determina que han sido detenidos al momento de cometer el delito. Asimismo es una conducta reiterada no poner a la persona a disposición del Ministerio Público más cercano, la autoridad decide la mayoría de las veces llevarla a una casa abandona, lote baldío o en el mismo carro de la autoridad, para proceder al más viejo método de investigación –aceptado por muchos–, el cual consiste en proporcionar: patadas, puñetazos, asfixia (con bolsas de plástico o trapos de tela), toques eléctricos (en los genitales de la persona), y hasta en algunas ocasiones se llega al extremo de la violación sexual; con la finalidad de obtener una confesión y/o infringir un castigo.

Amnistía Internacional en su informe “Fuera de control: tortura y otros malos tratos en México, denuncia que la practica de la tortura en nuestro país es generalizada y persiste, que lleva arraigada en el sistema por más de 50 años, y lo peor es que cada vez aumenta con más frecuencia.

Si para algunas cosas están bien los derechos humanos y para otras no ¿Entonces no dejarían de ser derechos humanos?, la propia definición lo dice, no están sujetos a ninguna condición. Ahora respecto a los comentarios de un Alcalde, en donde manifiesta que no se está haciendo justicia, yo le diría que si la justicia significa ir en contra de la dignidad humana, no respetar la integridad del acusado, así como no aplicar los derechos constitucionales e internacionales respecto al debido proceso, entonces no sé de qué tipo de justicia estamos hablando, al momento de no respetar el principio de presunción de inocencia que tanto nos costó conseguir y salvaguardar.

El problema no lo tienen los derechos humanos, no lo tienen los jueces y tampoco la ley, el problema lo tienen las autoridades encargadas de realizar las investigaciones, negadas a ir conforme a los lineamientos nacionales e internacionales en la materia, las cuales siguen rigiendo por las practicas inhumanas y arraigadas de un sistema que lo único que han conseguido es tener a más gente inocente adentro. Si existen presuntos delincuentes libres sólo se puede traducir a la baja capacidad investigadora de los policías y el Ministerio Público en México, si se desea que las personas que han cometido un delito, vayan a la cárcel para cumplir su condena, entonces deberían de exhortar a sus policías en realizar una investigación integra, conforme al marco jurídico y respetar en todo momento los derechos humanos.

Vivimos en un país donde más del 64% de los mexicanos y mexicanas tememos por nuestra integridad física, psicológica y moral si llegamos a ser detenidos por cualquier autoridad [4]. Es inadmisible que se tome el estereotipo – en este caso de criminales – como método de justificación de la tortura, para conseguir una supuesta justicia.

[1] Amnistía Internacional, “Fuera de control: tortura y otros malos tratos en México”, 2014, pág. 10. Disponible en: http://amnistia.org.mx/nuevo/wp-content/uploads/2014/09/INFORME_TORTURA_AIM.pdf

[2] Amnistía Internacional, Op.cit. págs. 11-12.

[3] Comisión Estatal de Derechos Humanos Nuevo León, Recomendaciones 2015. Disponible en: http://www.cedhnl.org.mx/recomendaciones.html

[4] Amnistía Internacional, contra la tortura. Disponible en: http://amnistia.org.mx/hacemosn/tortura/

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Migrantes: ¿Acaso son solo números?

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En el libro “72 migrantes” que publicó la editorial Almadía, Víctor Núñez cuenta la historia de Miguel Ángel, un jornalero hondureño, harto de su miseria y cansado de enviar a sus hijas e hijos a la cama antes de las seis de las tarde para que se les olvidara el hambre, quien decidió emprender su camino para obtener una mejor vida, viéndose en la necesidad de salir de la tierra que lo acogía por más de 40 años y de abandonar sus recuerdos y a su familia. [1]

Así como Miguel Ángel, existen más de 80,000 [2] personas al año que intentan cruzar la frontera, hartos de su pobreza, ilusionados con su futuro y muertos de miedo por su presente, se van a la aventura rodeados/as de desconocidos/as con las y los cuales comparten sus mismas esperanzas de buscar un mundo desconocido, olvidar su dolor y poder obtener más oportunidades en un nuevo país, ya que el suyo se las arrebató.

En su último informe, “Situación de derechos humanos en México”, la CIDH determinó que las y los migrantes se encuentran en constante situación de vulnerabilidad toda vez, que son víctimas de secuestros, asesinatos, robos, y desapariciones por parte del crimen organizado y/o de la propia autoridad,

En el año 2013 la Relatoría de la Migración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe “Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad en México”, destacó que México se caracterizaba por ser un país de: origen, transito y destino de migrantes; considerándolo como el segundo país con mayor emigración a nivel mundial. A consecuencia de su posición geográfica, se ha convertido en el medio de paso de las y los migrantes, entre los que se encuentran: centroamericanos(as), caribeños(as) y sudamericanos(as). De igual forma, también considerando a la frontera Guatemala – México como una de las más peligrosas para cruzar hoy en día [3]. La CIDH también determinó que existía un fuerte problema entre organizaciones criminales -las cuales habían podido establecer un régimen de violencia generalizada, además de cometer graves violaciones a derechos humanos de las personas en especial las que intentaban cruzar la frontera-, y la participación de las autoridades mexicanas, generando un ambiente de impunidad y violencia sistematizada [4].

En su último informe, “Situación de derechos humanos en México”, la CIDH determinó que las y los migrantes se encuentran en constante situación de vulnerabilidad toda vez, que son víctimas de secuestros, asesinatos, robos, y desapariciones por parte del crimen organizado y/o de la propia autoridad. Asimismo, sacó a relucir la práctica retirada y sistemática de las autoridades al momento de proceder a la detención de una persona por considerarla “ilegal”, -como si las personas fueran ilegales- la cual es sometida a tortura, y/o tratos crueles, inhumanos y degradantes [5].

Por su parte, las mujeres que deciden emprender su viaje por nuestro país saben que serán víctimas de violación sexual –se estiman alrededor de 45,000 mujeres migrantes al año de las cuales más del 70% son víctimas de agresión sexual–,tal es su realidad que se tienen que poner la llamada “inyección anti-México” para no quedar embarazadas, pues son mujeres, migrantes y pobres, entrando a una país donde esas tres características significan no ser nadie.

…diversas organizaciones internacionales como son la: CIDH, ONU, Amnistía Internacional , Red Fronteriza por los Derechos Humanos, entre otras, han reportado y exhortado en diversas ocasiones a las autoridades mexicanas respecto al tema de protección y reconocimiento de los derechos humanos de las y los migrantes, de los cuales su situación no sólo ha empeorado sino agravado estratosféricamente en el país.

El Comité de desapariciones forzadas de las Naciones Unidas también ha manifestado su preocupación por la numerosa cantidad de desapariciones de migrantes y la violación de derechos humanos de los niños y niñas, la cual va en aumento.

Considero importante mencionar que la CIDH señaló a Nuevo León junto con Tamaulipas como focos rojos de destino de migración, y también los apuntó como lugares estratégicos de localización de fosas clandestinas para los restos de migrantes.

Las organizaciones de la sociedad civil y el equipo de expertos forenses de Argentina denunciaron alrededor de 814 casos de migrantes desaparecidos, de los cuales una inmensa mayoría no han podido ser identificados [6]. Además diversas organizaciones internacionales como son la: CIDH, ONU, Amnistía Internacional [7], Red Fronteriza por los Derechos Humanos, entre otras, han reportado y exhortado en diversas ocasiones a las autoridades mexicanas respecto al tema de protección y reconocimiento de los derechos humanos de las y los migrantes, de los cuales su situación no sólo ha empeorado sino agravado estratosféricamente en el país. Y como es costumbre, el gobierno decidió excusarse de la forma que mejor lo sabe hacer: descalificando el informe argumentando que no eran prácticas generalizadas, sin presentar prueba alguna que lo sustentara.

Miguel Ángel, cuenta Víctor Núñez, dejó de llamarse así cuando cruzó a territorio mexicano, pasó a ser reconocido como el número 27 -la última vez que se le vio fue en una bolsa negra- y a su paso le siguieron otros y otras más hasta que se llegó al número 72 al cual no se logró identificar.

[1] Víctor Núñez Jaime, 72 migrantes, Almadia, pág. 29 y 30.

[2]Amnistía Internacional México, Contenido. Disponible en: http://amnistia.org.mx/nuevo/2014/03/27/amnistia-internacional-teme-por-la-vida-de-personas-migrantes-secuestradas-en-tamaulipas/; Instituto Nacional de Migración, Numeralia Migratoria. Disponible en: http://www.omi.gob.mx/es/OMI/Numeralia_Migratoria; Instituto Nacional de Migración, Datos abiertos. Disponible en: http://www.omi.gob.mx/es/OMI/Datos_Abiertos

[3]Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México, OEA/Ser.L/V/II Doc. 48/12, 30 de diciembre 2013, pág. 27. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/migrantes/docs/pdf/Informe-Migrantes-Mexico-2013.pdf

[4] Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México, op.cit., pág. 98

[5] Comisión Interamericana de Derechos Humanos, situación de derechos humanos en México, OEA/Ser.L/V/II, Doc. 44/15, 31 de diciembre de 2016, págs. 89-91. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Mexico2016-es.pdf

[6] Comisión Interamericana de Derechos Humanos, situación de derechos humanos en México, op.cit, pág. 105.

[7]Aministia Interncional. Verguenza la falta de respuesta del gobierno de los 72 migrantes asesinados en San Fernando, Tamulipas, 1 de marzo de 2016. Disponible en: http://amnistia.org.mx/nuevo/?s=anti+mexico&imageField_x=0&imageField_y=0

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Carta Abierta para Marcelo Martínez

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C. Diputado Marcelo Martínez Villarreal:

Soy María Elizondo, tengo 21 años y soy residente del Distrito 18. Actualmente estudio séptimo semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad de Monterrey. En las elecciones pasadas usted resultó como mi representante en el congreso y por lo tanto me dirijo hacía usted, y a todos los miembros de su partido:

El día 1º de marzo, usted y su partido, el PAN, tomaron una decisión cuestionable respecto a la Presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. En meses pasados el Gobernador del Estado de Nuevo León lanzó una convocatoria libre, transparente y abierta para ocupar el cargo a la Presidencia de la CEDH, de este concurso resultó electo el Mto. Eduardo Román González, el cual sin lugar a dudas, cumplía con los requisitos no solo básicos, sino fundamentales para ocupar tan importante cargo. La decisión que realizó su partido, no respetó la voluntad de la sociedad civil, ni la opinión de las organizaciones civiles y académicas que participaron en el proceso, eso sólo habla de un claro desinterés en representarnos a los ciudadanos. A final de cuentas lo que prevalece son sus intereses.

En una correspondencia que mantuvo el Subcomandante Marcos con el reconocido filósofo fallecido Luis Villoro y que se puede leer en el libro La alternativa, el guerrillero le escribió que “quienes critican las distintas iniciativas que, aún dispersas, surgen del dolor social, habría que recordarles que al juzgar y condenar a quien hace algo, están absolviendo a quien nada hace”.

Desde que resultó electo como mi representante, sigo su trabajo como legislador, y estoy sumamente preocupada sobre su discurso abiertamente discriminatorio hacia los derechos humanos de las personas LGTBI y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, además de considerar que sus convicciones personales interfieren con su trabajo legislativo.

Actualmente somos de los pocos estados de la República que no tiene un protocolo de investigación para el delito de feminicidios y violencia sexual – que son una realidad que nos ha marcado como sociedad y se ha agudizado a partir de la absurda guerra contra el narcotráfico que un Presidente panista inició – , somos un estado en donde diputados como usted decidieron darle más importancia en la comparecencia de Eduardo Román a temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo, adopción y aborto, que sin duda son importantes, pero no de la magnitud de la tortura y desaparición forzada que actualmente se viven en el Estado por parte de las autoridades.

Considero que como abogado egresado de la misma Universidad donde yo curso mis estudios y donde se nos inculca apreciar los derechos humanos de una forma progresista es decepcionante que predomine en su trabajo legislativo una tendencia de segregación hacia los grupos en situación de vulnerabilidad como lo es el LGTBI. Me resulta increíble como alguien que conoce y estudia la ley, vaya en contra de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la cual determinó como discriminatorio no reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, asimismo en contra de la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.

Me impresiona que abiertamente publique en Facebook que no le importa lo que digan los organismos internacionales como lo es la ONU, cuando está contraviniendo al artículo 1 de la Constitución mexicana, así más me preocupa que ponga promoción para ir en contra de la discriminación, siendo que usted está discriminando abiertamente a las personas LGTBI. Le recuerdo que la discriminación no solo se basa en raza, también es por preferencia y/u orientación sexual, sexo, género, situación económica, origen étnico, nacional, edad, discapacidades, condiciones de salud, entre otras. Si está en contra de la discriminación, entonces espero que luche por eliminarla, reconociendo los derechos de las personas que exigen su derecho de igualdad dentro de la diversidad.

Concluyo con una frase de Luis Villoro que escribió en una de sus respuestas a las cartas del Subcomandante Marcos publicada en el libro antes mencionado, que refleja mi sentir, y asumo, que el de muchas otras personas también: “Puesto que se trata de ética y justicia, puesto que lo necesario es encarnar los valores que nos sustentan, no puedo depositar mi esperanza en quienes interminablemente disputan por sus pequeñas parcelas de poder y abandonan todo empeño serio de ocuparse del bien común”.

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