2018: la oportunidad ciudadana

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2018 será un año clave para el futuro de nuestra ciudad, estado y país, pues renovaremos el congreso local y federal, así como los Ayuntamientos y el Gobierno Federal. El próximo año, tenemos la oportunidad de cambiar el régimen desde la participación ciudadana, obligando a los actores políticos y partidos políticos tradicionales a cambiar su forma de hacer política y campaña. Es una oportunidad para que la ciudadanía de forma organizada pongamos un alto a los políticos de siempre que ya no sirven a la sociedad.

Tenemos que pasar de una participación democrática pasiva a una activa, donde la ciudadanía organizada sea quien decida qué es lo que se tiene que hacer en su comunidad, porque a fin de cuentas, quienes vivimos todos los días las problemáticas de nuestra comunidad, somos quienes podemos trabajar para hacer un cambio desde lo local, quitando ocurrencias e improvisaciones de políticos ajenos a la realidad que vivimos.

En 2018 la ciudadanía debemos exigir a los políticos que atiendan nuestras demandas, y no esperar a que ellos vengan con una mágica solución a problemáticas que nos aquejan día a día. Los ciudadanos organizados debemos participar en la construcción de las propuestas para hacer que nuestro municipio, estado y país cambie. Para cambiar el régimen político en el que vivimos, y sacar a los políticos corruptos del poder, debemos pasar a la acción e involucrarnos en las tomas de decisiones de nuestra comunidad.

En Nuevo León tenemos un gran potencial en nuestra gente, existen muchas expresiones y voluntades para hacer que las cosas cambien, no debemos resignarnos a la actual clase política incapaz, nefasta y corrupta, los ciudadanos libres y organizados haremos que el estado salga adelante.

Hoy en día existe una clara perversidad política, donde los actores políticos atienen a las demandas de sus partidos y no a las de la ciudadanía. El sistema de partidos políticos tradicionales está agotado, no sirve a la ciudadanía. Por lo cual, este 2018 tenemos una oportunidad histórica para sacar del poder a los partidos y políticos de siempre y hacer que las cosas mejoren, para que las cosas cambien de fondo y podamos avanzar como sociedad.

Que el Poder vuelva a los Ciudadanos

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Los mexicanos somos víctimas desde hace décadas de los malos gobiernos y de un sistema político corrupto, caduco y que no resuelve las necesidades de la ciudadanía, desde hace años sufrimos de las ocurrencias y malas decisiones de gobernantes que no escuchan a la gente y que sus intereses son muy diferentes a los de las mayorías.

La apatía de la gente para informarse y participar en política y los asuntos públicos de su comunidad es el resultado de décadas de no ser tomados en cuenta y no ver resultados contundentes por parte de las autoridades.

“El desinterés de nuestros gobernantes por tomar en cuenta la opinión de la ciudadanía no es algo nuevo”, me comentaba Don Juan quien lleva viviendo 38 años en la Colonia San Ángel en las faldas del Cerro de la Silla al sur de Monterrey, quien me contó cómo hace 15 años las autoridades llegaron a pavimentar su calle sin haber metido agua y drenaje antes, lo que ocasionaría que en el futuro tuvieran que romper el pavimento para introducir estos servicios. Afortunadamente en esta ocasión los ciudadanos se organizaron para impedir que se realizara la obra, no sin antes haber metido las tuberías para el agua y drenaje. Este es un claro ejemplo de cómo la ciudadanía organizada tiene el poder de decidir qué es lo que pasa en su entorno, ya que en la mayoría de los casos, los gobernantes no conocen la realidad de cada sector, por lo que desconocen las necesidades y problemáticas de la zona. Cuando los ciudadanos participan en la toma de decisiones de su gobierno, se toman las mejores decisiones que transforman nuestro entorno.

Hoy más que nunca necesitamos gobiernos abiertos, eficientes, transparentes y capaces de resolver los problemas que enfrentamos los ciudadanos todos los días, gobiernos que atiendan las demandas de la ciudadanía y no de sus partidos políticos.

Es por ello que es fundamental que la ciudadanía retome su liderazgo y el poder que nunca debió perder. A muchos de la clase política les asusta que la ciudadanía tenga diferentes mecanismos legales de participación ciudadana, como lo es la Revocación de Mandato que es una herramienta de la ciudadanía para que sus gobernantes actúen con mayor eficacia, transparencia y compromiso hacia las causas sociales. Una herramienta que contribuye a que los ciudadanos recuperemos la confianza en nuestros gobernantes e instituciones. Que garantiza que la ciudadanía decidamos si debe o no seguir un funcionario que fue elegido por voto popular, porque no debemos estar condenados a pasar 3 o 6 años de malos gobiernos o malas representaciones en congresos, nosotros los ponemos, nosotros los quitamos.

El estado de Jalisco es una muestra del empoderamiento de la ciudadanía, donde 25 municipios que son gobernados por Movimiento Ciudadano, se someterán el próximo 27 de agosto a la Ratificación de Mandato y los habitantes de cada municipio decidirán si su alcalde debe seguir o debe irse del cargo. Solamente así; la ciudadanía organizada y con las herramientas legales de participación vamos a trasformar nuestra comunidad.

Juventud y política

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Luego de una etapa de un evidente desgaste de la clase política en Nuevo León, mucho es el protagonismo que pudiéramos esperar de la juventud en el ámbito político, pero al plantear esta idea con las palabras incorrectas pudiera resultar no ser tan atractivo para quienes nunca han tenido un primer acercamiento en este campo. La gran mayoría de las formaciones políticas tradicionales ofrecen modelos de participación donde no se toma en cuenta la participación y opinión de la juventud, y sus acciones se basan en lo que “algunos” creen que quieren las y los jóvenes.

Una política de simulación, en donde no importa verdaderamente lo que piensa la juventud, ha sido una principal barrera que desanima y aleja a este segmento de la población de la política y los asuntos públicos.

Quienes han manejado la política de juventud en el estado no han sido capaces de crear modelos que propicien la compatibilidad entre juventud y política, por las formalidades que rodean a este ámbito, y que crean la percepción de que es algo inalcanzable o ajeno a ellos, lo que no motiva un verdadero interés ni propicia el entendimiento de que es a los jóvenes a quienes más les compete hacerse cargo del rumbo político del país.

Pudieran ser diversos factores los que nos mantengan al margen, tales como el no sentirse suficientemente preparados, la falta de educación, la apatía, la percepción social de desesperanza, los pocos cambios sustanciales en la forma de hacer política, los mismos perfiles de gobernantes, etcétera. Todo esto ha logrado que cayéramos donde hoy nos encontramos, en un sistema político donde los “representantes populares” no representan al ciudadano.

Quienes dirigen los partidos políticos siguen subestimando la capacidad de la juventud para enfrentar los grandes retos de nuestra sociedad. Las organizaciones juveniles de las formaciones políticas tenemos que encontrar la manera de hacer accesible la participación política de la juventud y esto es promoviendo la “ciudadanización” de la política, haciendo que los ciudadanos libres, las y los jóvenes libres participen en política para mejorar nuestra sociedad.

En el caso de Nuevo León, desde el año 2003 se creó el Instituto Estatal de la Juventud, órgano que garantiza acceso a los programas y políticas públicas de juventud, o al menos para eso fue creado, pues en los más de 13 años que tiene de existir, nunca ha servido para garantizar la participación y representación de la juventud en los asuntos que afectan nuestra vida cotidiana. Y, por el contrario, este instituto lejos de servir a la juventud del estado, sirve para proyección política de quienes han pasado por ahí, olvidándose del propósito para el cual fue creado. Todo esto ha contribuido a que la juventud del estado se encuentre en una situación de falta de oportunidades y representación para salir adelante. Se necesita incentivar a que la sociedad participe y esté informada para supervisar las acciones de quienes gobiernan.

El primer paso para iniciar un verdadero cambio, es vencer la apatía y falta de interés de la juventud, por lo que en Jóvenes en Movimiento nos hemos dado a la tarea de organizarnos de una forma democrática, donde podemos asegurarnos que todos quienes integran esta organización puedan ser escuchad@s y tomad@s en cuenta, para lo que hemos creado el órgano interno denominado “Junta General de Jóvenes en Movimiento”, donde se garantiza el acceso a la información de los asuntos internos de la organización, así como su participación al interior, la Junta General está integrada por tod@s l@s jóvenes que son parte de la organización. De esta forma Jóvenes en Movimiento contribuye al proceso de cambio en la política en nuestro estado.

Tenemos mucho por hacer para garantizar mejores condiciones para que la juventud tenga acceso a mayores oportunidades de salir adelante y prepararnos para enfrentar los grandes retos que tenemos como sociedad. Jóvenes en Movimiento aspira a ser una organización que se convierta en factor de cambio para mejorar nuestro entorno, queremos coincidir con l@s miles de jóvenes que anhelamos un cambio para mejorar nuestro estado, abriendo espacios para acercar a la juventud y política.