La Taquería

La apatía queda fuera de nuestra lucha contra la corrupción

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“Todos somos parte de la solución en el combate a la corrupción”, parecía una sentencia tan desgastada en un contexto social y político, como el de México, basto de ejemplos escandalosos y recientes. Sin embargo, en Nuevo León están sucediendo cosas distintas.

Más allá de la voluntad política por erradicar la crisis endémica de la corrupción, son los propios ciudadanos quienes estamos ejerciendo el derecho a participar de manera activa y propositiva en la creación de nuevas herramientas que contribuyan a cambiar nuestra realidad y erradicar la impunidad.

Fue el pasado 9 de marzo cuando el Congreso del Estado aprobó la reforma constitucional que crea el Sistema Estatal Anticorrupción, luego de más de cinco meses de esfuerzos constantes de un grupo de ciudadanos, organizaciones civiles y cámaras integradas en la Coalición Anticorrupción.

En las reformas, en las que se incluyen el 90% de las propuestas de la Coalición, estamos demostrando que somos una ciudadanía participativa en busca de soluciones comunes para problemas que nos afectan a todos. Y si bien se trata del primer paso, ha sido preciso y acertado para tener leyes más eficaces.

¿Pero qué sigue ahora?, y ¿cómo puedo sumarme para que mi voz sea escuchada? Durante las próximas semanas, desde el Congreso local se estará legislando en la Leyes Secundarias del Sistema Anticorrupción, y tienen hasta julio de 2017 para culminar este proceso.




Y la demanda se apuntala con la exigencia nacional para que los sistemas estatales se lleven a cabo bajo el esquema de #ParlamentoAbiertoVSCorrupción. Esto es que los procesos legislativos se realicen bajo los pilares de transparencia y acceso a la información; participación ciudadana; rendición de cuentas y el uso de las tecnologías de la información.

Lo anterior es exigir que toda la información del proceso legislativo sea publicada de manera clara y oportuna vía online; que se realicen mesas de trabajo y audiencias públicas que fomenten la participación de los ciudadanos; que se explique con claridad los razonamientos sobre las leyes; y claro, transmitir las reuniones o encuentros de trabajo por medios electrónicos.

Es por eso fundamental que sigamos poniendo el ejemplo y dejemos la apatía fuera de esta lucha contra la corrupción, consideramos que se necesita la participación de todas y todos para dar legitimidad, transparencia y participación ciudadana a la reforma de estas ocho leyes.

Y también para cambiar nuestra realidad desde los entornos cotidianos diciendo “no a la corrupción”, recordemos que los grandes cambios inician desde casa, desde lo más básico de nuestros entornos.




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