La Taquería

La calle es primero

Comparte este artículo:

Uno de los elementos más comunes que se pueden encontrar cada que la población quiere captar la atención de la autoridad, comunicar un fuerte mensaje a la ciudadanía, o bien, cada que los habitantes de una comunidad se unen en torno a una causa, las calles son usadas como un medio para lograr transmitir dichas inquietudes, ideas y reclamos, y terminan siendo ocupadas por los interesados en alzar su voz y hacer notar su reclamo.

Considero que pocos hemos olvidado el episodio vivido en 2006 en nuestro país, donde el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, junto con sus simpatizantes, tomó una de las principales avenidas de la ciudad de México para hacer muestra del poder de la gente, logrando diversos objetivos pero también causando contratiempos y agraviando a otros quienes no se encontraban de acuerdo con su postura. Otro ejemplo muy reciente son las marchas en favor de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que fueron víctimas del poder del Estado, de la represión y de la barbarie que generan las diferencias ideológicas en este país.

Si en este punto, lector, consideras que soy alguien que está en contra de las marchas, manifestaciones o protestas públicas, espero que cambies tu pensamiento, pues en lo único con lo que no estoy de acuerdo es en que terceros se vean afectados durante su proceder.

Si en este punto, lector, consideras que soy alguien que está en contra de las marchas, manifestaciones o protestas públicas, espero que cambies tu pensamiento, pues en lo único con lo que no estoy de acuerdo es en que terceros se vean afectados durante su proceder; y por “afectados” me refiero a que sean víctimas de algún tipo de delito u ofensa por aquellos quienes participan en estos actos que, para fortuna nuestra, percibo que cada vez son más pacíficas y no promueven acciones que dañen a terceros.

Tomar las calles no es cualquier cosa. Requiere de trabajo, planeación y organización para evitar que la protesta pueda salir de control.

Tomar las calles no es cualquier cosa. Requiere de trabajo, planeación y organización para evitar que la protesta pueda salir de control. Para salir a las calles, también se debe ser inteligente. ¿Por qué? Porque si nos concentramos en el hecho de caminar y bloquear las vías por el fin mismo de obstruir, entonces estamos fritos. En cambio, si tenemos definida una causa, contamos con un objetivo y planeamos adecuadamente el recorrido y su duración, me parece que la apuesta es mucho más seria, confiable y refleja con certeza el clamor de quienes participan.

Este fin de semana en nuestra ciudad nos va a tocar ver una manifestación inteligente y una adecuada ocupación de los espacios viales: este domingo se llevará a cabo nuevamente el proyecto “Paseo Metropolitano”. Sí, admito que me podré sentir un tanto frustrado porque la circulación por las avenidas principales de la ciudad tendrá un impacto directo en mi recorrido dominical, pero estoy consciente de que tiene una finalidad, un objetivo y refleja con certeza la petición hacia las administraciones locales, la estatal y la federal: nuestra metrópoli no cuenta con una planeación urbana que gire alrededor de los peatones, sino que gira alrededor de los vehículos.

Este fin de semana en nuestra ciudad nos va a tocar ver una manifestación inteligente y una adecuada ocupación de los espacios viales: este domingo se llevará a cabo nuevamente el proyecto “Paseo Metropolitano”.

Extiendo la invitación a un par de cosas. Primero, a asistir con nuestras familias, amigos o vecinos a disfrutar un día de extrañeza para los automovilistas y usar un espacio que normalmente a ellos (o nosotros) les corresponde. Segundo, y para aquellos que no gusten de dar una caminata sobre Av. Morones Prieto, comparto mi sentir sobre el evento y espero que, aunque sea por un instante, pensemos en aquellas personas que diariamente se enfrentan a la poca infraestructura urbana existente y seamos corteses, de ahora en adelante, con quienes hacen uso de ella. Finalmente, invito a todos quienes leen este mensaje que, si llegan a sentir rabia o enojo por la ocupación de las avenidas, se reconforten sabiendo que al menos han podido dormir una hora más gracias al cambio de horario.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Acerca de Carlos Escamilla
Internacionalista regio con experiencia en docencia. Estudiante del Máster en Marketing Político y Comunicación Estratégica de la Universidad Autónoma de Barcelona.